NASA ha cambiado drásticamente los planes para su programa lunar al decidir enviar un rover al centro mismo del satélite de la Tierra: la misteriosa «ciudad de Gruithuisen». Este lugar inusual ha atraído durante mucho tiempo a los investigadores. Según algunos de ellos, existen estructuras claramente de origen artificial construidas por los habitantes de la Luna.

La «Ciudad de Gruithuisen» lleva el nombre del científico alemán Franz von Gruithuisen. En 1822, usando un pequeño telescopio en la Tierra, descubrió una ciudad real en el mismo centro de la luna. Las líneas formaban un ángulo agudo entre sí y convergían en la ciudadela. Ahora cualquier astrónomo aficionado puede ver la ciudad con un buen telescopio en una cierta cantidad de luz solar.

Desde el siglo XIX, los eruditos han estado discutiendo sobre el origen de la «Ciudad de Gruithuisen». El propio descubridor creía que se trataba de la creación de seres inteligentes. Y en 1874, el astrónomo aficionado Casimir Marie Gaudibert hizo una declaración sensacional. Según él, la ciudad cambia con el tiempo: algunas de las rocas se derrumbaron y aparecieron otras nuevas.

Los científicos modernos dicen que la «base alienígena» en la Luna es solo un producto de la imaginación humana y fue creada por la naturaleza. Su área es de 70 por 90 kilómetros, y la altura de algunos pozos alcanza cientos de metros. Sin embargo, los cosmólogos aún no saben cómo se formó. Los partidarios de las civilizaciones extraterrestres afirman que una vez toda la ciudad estuvo cubierta con una cúpula, cuyos rastros se pueden ver ahora. Todo estaba bajo la cúpula: agua, aire, pero quién lo construyó sigue siendo un misterio.

Una enorme estructura en la superficie lunar. Imagen de NASA

Recientemente, la NASA y el Pentágono reconocieron la existencia de OVNIs. Aparentemente, ambos decidieron investigar el misterio de la «ciudad de Gruithuisen» y planearon enviar un rover diseñado para trabajar en Marte. La agencia admitió que para la creación natural de tal formación de «ciudad», se necesita agua, que al parecer nunca existió en la Luna.

Caroline Capone, portavoz de la NASA, dijo en un comunicado:

«¡Tenemos un secreto lunar en nuestras manos! Las cúpulas de Gruithuisen son un misterio geológico. Para comprender realmente estas características misteriosas, debemos visitar las cúpulas, examinarlas desde el suelo y analizar muestras de rocas».

Otra rareza de la misión lunar sorpresa de la NASA radica en los planes para la investigación biológica. Es decir, los científicos durante muchos años creyeron que nunca había habido vida en la Luna, entonces, ¿por qué buscar sus huellas en el satélite de la Tierra?

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Por cierto, los entusiastas y algunos científicos propusieron la teoría de que dentro de la Luna hay los llamados tubos de magma, dentro de los cuales podría permanecer aire y, por lo tanto, la posibilidad de que surja la vida. En general, podremos desentrañar el misterio de la ciudad de Gruithuisen en dos años.

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