A lo largo de los años de exploración, muchos buscadores han encontrado los accesos secretos a un mundo subterráneo en Egipto; sin embargo la corriente dominante se niega a incluir estos datos en los registros históricos. Afortunadamente, esta información ha logrado mantenerse gracias a los investigadores independientes que han permitido conoce tres entradas a la Gran Esfinge de Giza. Conoce mucho más en las siguientes líneas.

La Gran Esfinge no sólo es la escultura monumental más antigua conocida de Egipto, sino también la mayor estatua monolítica tallada del planeta. Yo la llamo la Guardiana de las Pirámides, protectora del inframundo.

Hay monumentos antiguos, y luego está la Esfinge. Como muchos otros, yo la llamo El Vigilante o el Guardián de Giza.

También apodada Abū al Hū, que significa la Terrorífica, la Gran Esfinge de Giza es una estatua de piedra caliza como ninguna otra.

Los antiguos egipcios identificaron la estatua, gracias a la Estela del Sueño hacia 1450 a. C., como la «estatua del gran Khepri».

La Gran Esfinge no sólo es la escultura monumental más antigua conocida de Egipto, sino también la mayor estatua monolítica tallada del planeta. Yo la llamo la Guardiana de las Pirámides, protectora del inframundo.

Es una maravilla arqueológica, y está rodeada de misterio.

El Terrorífico, como lo llamarían los antiguos, también se considera un guardián del conocimiento perdido, y algunos están convencidos de que la estatua monolítica esconde algo más que su origen. Muy por debajo de la superficie y a través de entradas secretas que han sido bloqueadas en un pasado lejano, puede haber todo un mundo de cámaras secretas esperando a ser descubiertas.

«Su edad exacta sigue siendo un enigma. Su finalidad está rodeada de misterio. No hay ni un solo documento histórico que nos diga quién la erigió/esculpió. Está muy dañada y erosionada, pero no por ello deja de ser una auténtica maravilla».

Entradas a la Esfinge

Se dice que hay varias entradas que conducen a la Gran Esfinge, y algunas han sido supuestamente descubiertas a lo largo de los años.

Una de ellas fue sellada en 1926 por Emile Baraize durante los trabajos de restauración de la Esfinge. Esta entrada, un pozo en la parte posterior del monumento, fue identificada por primera vez por Johan Michael Vansleben en 1679 y explorada en su totalidad por el egiptólogo Auguste Mariette en 1853.

La entrada está bien documentada y se menciona en documentos publicados entre los siglos XVII y XIX.

El arqueólogo Auguste Mariette consideró esta abertura como una fisura natural, aunque otros estudiosos han argumentado desde entonces que puede ser algo más que eso.

El misterioso «túnel» atraviesa el cuerpo de la Esfinge y conduce a un misterioso vacío que se encuentra bajo el estado.

Y aunque puede que este vacío no sea más que uno de los muchos canales naturales que discurren bajo la piedra caliza de la meseta de Giza, hay pruebas que sugieren que estos túneles, cavidades y cámaras fueron identificados por los antiguos y acabaron ampliándose en un pasado remoto.

Si estos misteriosos vacíos fueron ampliados por los antiguos, la pregunta es ¿por qué? ¿Qué pretendían los antiguos con espacios subterráneos más grandes? ¿Depusieron artefactos bajo la superficie? ¿Es posible que estemos ante cámaras funerarias?

Pero la Esfinge, curiosamente, tiene más «entradas» de las que nunca habíamos imaginado.

Una de ellas se encuentra en la parte superior de la cabeza de la Esfinge, y varios autores han afirmado que también esta entrada puede conducir a un mundo que nunca hemos imaginado.

Mundo subterráneo en Giza

Lo que pueda contener este mundo subterráneo es un misterio. Pero hay muchas pruebas que sugieren que existe. Se dice que la cabeza de la Esfinge conduce a una cámara más pequeña en la parte frontal de la estatua. En 1987, un grupo de científicos japoneses de la Universidad de Waseda descubrió pruebas de la existencia de dichas cavidades bajo la estatua.

Bajo la dirección de Sakuji Yoshimura, los científicos realizaron un estudio electromagnético de la Pirámide de Khufu y la Esfinge y hallaron VARIAS cavidades y túneles.

En el libro Message of the Sphinx, Graham Hancock y Robert Bauval han argumentado que las autoridades egipcias y ciertos arqueólogos estadounidenses han bloqueado cualquier estudio alrededor o debajo de la Esfinge, lo que impide que nadie investigue las cavidades subterráneas y revele los posibles secretos que guarda la Esfinge.

En general, hay más pruebas que apoyan la existencia de varias entradas a la Esfinge que las que indican que no las hay.

Charles Thompson, que exploró la Esfinge en 1733, habló de entradas y de un «agujero en la parte superior de la espalda» de la Esfinge.

Thomas Dobecki y John Anthony fueron algunas de las muchas personas que exploraron la zona de la Esfinge utilizando equipos científicos.

La refracción sísmica, la tomografía de refracción y la reflexión sísmica revelaron cavidades subterráneas delante de la pata izquierda de la esfinge y en el flanco sur de la esfinge.

Numerosas imágenes lo corroboran.

Lo más destacado del informe WASEDA

Los siguientes extractos proceden de Studies in Egyptian Culture No. 6: Non-Destructive Pyramid Investigation (1) By Electromagnetic Wave Method, de Sakuji Yoshimura, Takeshi Nakagawa, Shioji Tonouchi y Kazuaki Seki (Tokio: Universidad de Waseda, 1987; los errores gramaticales siguen sin corregirse):

La zona al sur de la Esfinge

Se instalaron siete líneas de medición al este y al oeste, y cuatro líneas de medición al norte y al sur para explorar la Esfinge más de 70 metros de este a oeste y más de 10 metros de norte a sur. El lecho rocoso de la Esfinge contiene más humedad que el de la pirámide. Esto se debería a que la Esfinge se encuentra más cerca de un arroyo subterráneo. Se obtuvo una respuesta, indicando un hundimiento de 2.5 a 3 metros por debajo de la superficie del suelo, cerca del antepie sureste. En su cuerpo, se encontró un surco con una anchura de 2 metros, una profundidad de 3 metros y una longitud de 2 metros, que parece extenderse por debajo del cuerpo. En el centro de la roca sur se observaron grietas verticales; sin embargo, las grietas nunca afectaron al lecho rocoso.

La zona al norte de la Esfinge

Se instalaron cuatro líneas de medición al este y al oeste, y cinco líneas de medición al norte y al sur para explorar la Esfinge más de 60 metros de este a oeste y más de 7 metros de norte a sur. El lecho rocoso del norte parece contener más humedad que el del sur. Las grietas verticales, que atraviesan la Esfinge de este a oeste, se producirían de forma natural. En el cuerpo, hay un surco similar al de la parte sur, que parece extenderse por debajo del cuerpo. Bajo la Esfinge, por lo tanto, puede haber un túnel. Además, cerca del codo frontal, se ha detectado una cavidad geométrica (1 m x 1.5 m x 7 m), que posiblemente contenga metal o granito.

La zona al este de la Esfinge (Cerca de la parte delantera de la Esfinge)

La parte delantera de la Esfinge está formada por piezas de piedra caliza dispuestas artificialmente y pavimentadas. Con el tiempo, las piezas de piedra caliza dispuestas y pavimentadas se han proyectado y empotrado. Al principio, el equipo estaba preocupado por la medición, ya que el reflejo turbulento en la superficie podría perturbar el sensor. Se establecieron líneas de medición (reticuladas de 10 líneas cada una) por metro al este y al oeste y al norte y al sur. Se detectó la parte interior de la pata delantera, una cavidad geométrica (1.5 m x 3 m). El fondo no se ha detectado con claridad, porque el fondo puede ser irregular, o puede haber algunos artículos. La cavidad parece extenderse de este a oeste, es decir, hacia el pecho; sin embargo, una mesa de ofrendas hecha de granito impidió la prospección.

Se instalaron dos líneas de medición en la parte occidental, más allá de la mesa de ofrendas, para el sondeo este y oeste. La superficie, que no es de piedra caliza y tiene muchas grietas, no se midió correctamente debido a su reflejo violento y turbulento. El sondeo aproximado ha indicado la alta posibilidad de que exista una cavidad de 1 a 2 metros por debajo de la superficie del suelo. La cavidad puede estar conectada a la cavidad anterior situada delante de la Esfinge y extenderse hacia el interior de la Esfinge. Sin embargo, si estas cavidades están separadas, la cavidad anterior situada delante de la Esfinge puede ser Sertab, donde se instaló la estatua. [pp. 7-8]

El Sertab mencionado anteriormente se denomina más comúnmente serdab, una habitación de las tumbas del Reino Antiguo en la que se colocaban estatuas que representaban el ka del difunto. Para que el ka pudiera acceder a sus ofrendas, a menudo se le practicaban orificios o rendijas. Sin embargo, hay pocas razones para pensar que la Esfinge sirviera de tumba. (Fuente)

Fuente: con información de Curiosmos.

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