Desde hace varias décadas, investigadores han difundido descubrimientos de unas extrañas estructuras que han denominado «pirámides submarinas de cristal» en el centro del Triángulo de las Bermudas. Para los teóricos, estas construcciones habrían sido realizadas por una antigua y avanzada civilización.

Gracias al uso de un sonar, el oceanógrafo Dr. Meyer Verlag descubrió pirámides gigantes de cristal a dos mil metros de profundidad. El uso de otros dispositivos ha permitido a los científicos determinar que estos gigantes de cristal están hechos de una sustancia parecida al cristal y son casi 3 veces más grandes que la pirámide de Keops en Egipto.

El Dr. Verlag cree que una investigación más profunda de los secretos del centro de las pirámides podría revelar más información sobre los casos de misteriosas desapariciones asociadas al Triángulo de las Bermudas. En una rueda de prensa celebrada en las Bahamas, el científico presentó un informe con las coordenadas exactas de las pirámides y señaló que la tecnología utilizada es desconocida para la ciencia moderna. Un estudio más detallado podría arrojar resultados difíciles de imaginar para nosotros. Quién sabe qué se descubrirá sobre estas anomalías arquitectónicas submarinas, quizá algo de impactante importancia.

Construidas en tierra: ¿perdidas durante el último cambio de polos?

Varios estudiosos occidentales sostienen que la pirámide del fondo marino pudo construirse inicialmente en tierra firme, tras lo cual se produjo un devastador terremoto que cambió por completo el paisaje. Otros científicos sostienen que hace unos cientos de años las aguas de la zona del Triángulo de las Bermudas pueden haber sido una de las actividades fundamentales de los habitantes de la Atlántida, y las pirámides del fondo marino pueden ser un almacén de suministros para ellos.

Un estudio más detallado a lo largo del tiempo arrojará resultados difíciles de imaginar. Los científicos han procesado todos los datos y han llegado a la conclusión de que la superficie es perfectamente lisa para que parezca vidrio o hielo. El tamaño de las pirámides es casi tres veces superior al de las pirámides de Keops. Esta noticia fue sensacional, y se discutió en una conferencia en Florida e incluso se informó a los periódicos locales de Florida. Los periodistas presentes en ella, tienen una gran cantidad de fotos y datos computarizados de alta resolución, que muestran pirámides tridimensionales perfectamente lisas, sin estar cubiertas con una superficie libre de escombros o algas o grietas.

El descubrimiento desafía la teoría arqueológica actual

Una gigantesca estructura, identificada inicialmente por un médico en la década de 1960, ha sido verificada recientemente de forma independiente por equipos de submarinistas de Francia y Estados Unidos.

El descubrimiento ha conmocionado a científicos de todo el mundo. ¿Se apresurarán a investigarlo? No, es más probable que lo ignoren. Si se les presiona, se posicionarán oficialmente como muy escépticos, especialmente a la luz de las ramificaciones potenciales.

La pirámide podría confirmar los argumentos de algunos ingenieros de que las pirámides se crearon originalmente como fuentes de energía masiva, apoyar la afirmación de que la antigua ciudad-estado de la Atlántida existió, o incluso proporcionar respuestas a los misteriosos sucesos que se han registrado desde el siglo XIX en la región del Atlántico conocida como el Triángulo de las Bermudas.

Descubierto por primera vez en 1968

Según la historia, la pirámide fue descubierta accidentalmente en 1968 por un médico naturópata, Ray Brown, de Mesa (Arizona).

Brown se encontraba en el Caribe de vacaciones y realizaba inmersiones con amigos en una región frente a las Bahamas conocida como «la Lengua del Océano». La zona adquirió ese nombre porque una porción del lecho marino en forma de lengua se extiende desde la isla antes de caer bruscamente a profundidades mucho mayores.

Al relatar su descubrimiento, el médico explicó que se separó de sus amigos submarinistas. Mientras intentaba reunirse con ellos, se topó con una enorme estructura que surgía del fondo del océano: un objeto negro y corpulento que se recortaba contra el agua clara filtrada por el sol. El objeto tenía forma de pirámide.

Como no tenía mucho aire, no pasó mucho tiempo investigando la pirámide, pero encontró una extraña esfera de cristal.

La llevó consigo a la superficie y, más tarde, cuando se estudió el antiguo cristal, los investigadores quedaron asombrados por sus propiedades.

Propiedades de las pirámides de cristal

Algunas teorías sobre la Atlántida proponen que las pirámides de poder de la ciudad isleña eran de cristal, o que sus cimas estaban cubiertas con una sustancia cristalina.

¿Podría algo así generar, almacenar y distribuir energía bajo demanda? Sí.

Los experimentadores descubrieron hace décadas que las pirámides tienden a actuar en cierto modo como un condensador eléctrico natural que acumula y almacena energía a su alrededor. Cuanto mayor es la pirámide, mayor es su capacidad de reunir y almacenar energía. La composición de una pirámide también es importante. Tener una pirámide de cristal, o un vértice de cristal, puede aumentar enormemente su poder.

Desde hace tiempo se sabe que el cristal tiene aplicaciones energéticas y presenta propiedades piezoeléctricas naturales.

Las primeras radios utilizaban cristales de germanio para captar las ondas de radio y convertirlas en señales eléctricas que podían procesarse y emitirse a través de auriculares en ondas sonoras que duplicaban la voz humana, la música y otros sonidos.

El poder de las pirámides, dicen los investigadores, es intrínseco a su forma. Es una arquitectura que ha demostrado funcionar como acumulador de energía y amplificador de fuerza energética.

Como para demostrar que las afirmaciones de los investigadores son ciertas, recientemente algunas de las pirámides del mundo comenzaron a descargar haces de energía bruta al espacio.

¿Cuál es la conclusión? Las pirámides son generadores de energía intrínsecamente naturales.

Las pirámides y el «efecto estructural de la cavidad

Barry Carter llama la atención sobre otra propiedad que exhiben las pirámides denominada «Efecto Estructural de la Cavidad» (EEC) por su descubridor, el Dr. Viktor S. Grebennikov. El científico empleó el CSE para construir una plataforma antigravitatoria rudimentaria.

Carter explica:

«Grebennikov también afirmó que podía sentir energías que emanaban del vértice de una pirámide: Pronto captará una zona activa, un coágulo, donde los egipcios tenían sus tumbas. Otra zona activa (una ‘llama’) situada por encima de la cúspide de la pirámide también es bien percibida por el indicador si se arrastra su extremo por encima de la cúspide. El ‘coágulo’ y la ‘llama’ se perciben bien al introducir el dedo en la pirámide, o al mover la palma de la mano por encima de ella después de algo de práctica. El efecto pirámide, que generó muchas historias terroríficas y misteriosas a lo largo de los siglos, es una de las manifestaciones del CSE».

Otro fenómeno mortal que pueden crear las pirámides: un vórtice de energía

Además de las anomalías temporales y espaciales de las que se ha informado en el Triángulo, algunos supervivientes de incidentes terroríficos allí han informado de enormes vórtices arremolinados que aparecen y desaparecen repentinamente.

Existen pruebas de que algunos barcos desaparecidos pueden haber desaparecido debido a este fenómeno.

Observaciones de algunas de las pirámides sumergidas revelan que esporádicamente generan intensos vórtices en el agua del océano que fluye a su alrededor. Esos vórtices pueden estar causados por una descarga de energía interna.

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Si esas pirámides sumergidas también descargan energía masiva a través de sus vértices, eso podría explicar la formación de vórtices mortales en la superficie del mar que se tragan barcos enteros junto con sus condenadas tripulaciones.

Las futuras expediciones a estas misteriosas pirámides podrían desvelar finalmente la verdad y revelar asombrosa tecnología antigua.

Por desgracia, la arqueología de los fondos marinos es muy cara y no está bien financiada. La mayoría de las inmersiones se realizan en pecios antiguos que prometen riquezas a los buscadores de tesoros arriesgados.

Y, por supuesto, las universidades del mundo no están especialmente dispuestas a explorar la idea de que puedan existir ruinas muy antiguas que contengan alta tecnología que desafíe prácticamente todos los fundamentos de sus teorías favoritas.

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