Diversas civilizaciones antiguas tuvieron una conexión el misterioso fenómeno de los OVNIs. Han sido representados en pinturas, relatos y más, lo que evidencia que el incidente viene ocurriendo desde hace cientos o miles de años.

Las traducciones de registros jeroglíficos del Papiro Tulli revelan que una mañana de invierno alrededor del año 1482 a. C, Thutmosis III, que reinaba en Egipto en ese momento, vio por primera vez un disco de fuego u OVNI. Probablemente eran naves espaciales salientes de una nave nodriza. Según Zecharia Sitchin, autor del libro The Stairway to Heaven, «Thutmosis III también fue llevado a bordo de una de las naves espaciales extraterrestres».

El papiro Tulli fue encontrado por Alberto Tulli, director de la sección egipcia del museo del Vaticano, durante una visita a El Cairo en 1933. Lo encontró en una tienda de antigüedades. Sin embargo, el precio era demasiado alto y se hizo una copia del texto, que luego se volvió a copiar, reemplazando la escritura hierática original con jeroglíficos. Esta es una copia de una copia, que ha sido traducida y reproducida ampliamente.

Más tarde, en la década de 1950, un noble italiano, el príncipe Boris de Rachewiltz, afirmó haber encontrado el papiro original, «sin traducir ni publicar», entre los papeles que había dejado el difunto Tulli. Al presentar su hallazgo a la revista Doubt en 1953, describió el fragmento original como escrito en hierático, que el guión estaba descolorido y que tenía varios huecos en el texto.

Aunque el papiro estaba dañado y tenía varios huecos, el príncipe Boris de Rachewiltz logró traducirlo y declaró que el papiro «era parte de los Anales de Thutmosis III». A continuación se muestra una traducción del papiro:

«En el año 22, del tercer mes del invierno, sexta hora del día […], los escribas de la Casa de la Vida encontraron que había un círculo de fuego proveniente del cielo. No tenía cabeza. De su boca salió un olor fétido. Su cuerpo tenía una vara de largo y una vara de ancho y era silencioso.

Y sus corazones se aterrorizaron y confundieron, y cayeron sobre sus vientres. Informaron al faraón. Su Majestad [ordenó que] se consultaran los pergaminos [ubicados] en la Casa de la Vida. Su Majestad meditó sobre todos estos eventos que estaban sucediendo ahora.

Después de algunos días, estas cosas se volvieron más numerosas en el cielo que nunca. Brillaron en el cielo más que el brillo del sol, y se extendieron hasta los cuatro soportes del cielo. Dominada en el cielo estaba la estación de estos cinco círculos.

El ejército del Faraón miraba con él en medio de ellos. Fue después de la cena cuando estos cinco círculos ascendieron más alto en el cielo hacia el sur. Peces y pájaros cayeron del cielo.

Una maravilla nunca antes conocida desde la fundación de esta Tierra. Y el Faraón hizo traer incienso para hacer las paces con la Tierra […] y se ordenó que se escribiera lo sucedido en los Anales de la Casa de la Vida para que sea recordado para siempre».

Cuestionando la autenticidad del papiro, Samuel Rosenberg, el investigador de Tulli Papyrus escribe una carta a la «sección egipcia del Museo del Vaticano en busca de más información sobre el ‘papiro’ y la ‘traducción de Rachewiltz'».

El inspector del Museo Vaticano Egipcio, Gianfranco Nolli, envió la siguiente respuesta:

«Papyrus Tulli no es propiedad [sic] del Museo Vaticano. Ahora está disperso y ya no se puede rastrear».

Se envió otra consulta al Dr. Walter Ramberg, agregado científico de la embajada de Estados Unidos en Roma, quien respondió:

«… El actual Director de la Sección Egipcia del Museo Vaticano, Dr. Nolli, dijo que el Prof. Tulli había dejado todas sus pertenencias a un hermano suyo que era sacerdote en el Palacio de Letrán. Presumiblemente, el famoso papiro fue para este sacerdote. Lamentablemente, el sacerdote también murió mientras tanto y sus pertenencias se dispersaron entre los herederos, quienes tal vez se hayan deshecho del papiro como algo de poco valor».

El autor Erich von Daniken incluyó el papiro Tulli en sus especulaciones sobre visitas antiguas de extraterrestres. En el Informe Condon de 1968, Samuel Rosenberg informó que era probable que «Tulli fuera capturado y que el papiro probablemente sea una falsificación, compuesto por una especie de collage de fragmentos tomados de nueve papiros diferentes».

Rosenberg citó el papiro Tulli como un ejemplo de historias que circulaban entre los autores de libros OVNI «tomadas de fuentes secundarias y terciarias sin ningún intento de verificar las fuentes originales» y concluyó que «todos los relatos de avistamientos similares a OVNIs transmitidos a través de los siglos son dudosos – hasta que se verifique».

¿Real o falso? Lo que sabemos es que el pasado de Egipto estuvo ligado a las estrellas, recordemos a Orión y la posición de las Pirámides y las representaciones de faraones gigantes. Extraño, muy extraño.

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