Existen muchos casos que sugieren que el fenómeno de la reencarnación es real e incluso ha sido documentado ampliamente en uno de los casos más sorprendentes: Dorothy Louis Eady, llamado Omm Seti, egiptóloga inglesa, se dedicó al estudio y conservación del templo del faraón Seti I en Abydos. Hasta sus últimos días ella afirmó ser la reencarnación de una antigua sacerdotisa egipcia, y haber conocido al faraón.

¿Usted cree en la reencarnación? Millones de personas en todo el mundo creen firmemente que la reencarnación es real. Curiosamente, hay innumerables casos en todo el mundo, en los que puede encontrar personas que parecen recordar exactamente quiénes fueron en una vida pasada.

Y una de las historias de reencarnación más fascinantes es la de Dorothy Eady; una mujer que se dice fue la amante y sacerdotisa de Seti I, el padre del gran Ramsés II.

La historia de Dorothy Eady

Dorothy Eady, nació en Blackheath, cerca de los suburbios Londinenses, el 16 de enero de 1904. Se sintió atraída por una percepción mística que solamente pudo responder en Abydos, convirtiéndose en una figura de las más importantes entre los numerosos egiptólogos del momento.

Esta increíble historia comienza cuando, a los tres años, Dorothy sufrió un grave accidente. La pequeña se cayó por las escaleras y la pronta venida del médico no pudo eludir lo que parecía a todas luces inevitable. Tras inspeccionar a la niña y comprobar la ausencia de aliento, el doctor firmaría el fallecimiento de la pequeña.

Tras dejar el cadáver de Dorothy sobre la cama de su habitación, el doctor regresó al salón para acompañar a los desconcertados padres, incapaces de admitir lo que les estaba pasando. Transcurrida una hora después del accidente, el médico volvió a la habitación de la niña. Estupefacto descubrió, que el anterior cadáver inerte era ahora una niña inquieta que jugaba sobre la cama, diferente a todo lo que había ocurrido momentos antes.

Años más tarde, la propia Dorothy afirmaría que «alguien» de un pasado remoto volvió para revivirla.

Empieza su conexión con Egipto

En una ocasión, sus padres llevaron a la Joven Dorothy a visitar el Museo Británico de Londres. Al entrar al museo, la niña se soltó de la mano de sus padres y corriendo se acercó a los objetos expuestos, besando los pies de todas las estatuas que estaban a su alcance ante el asombro de sus padres y de los visitantes que allí se encontraban mientras la niña exclamaba que aquella era su gente y que quería regresar a su casa en Egipto.

Poco después, la niña comenzó a gritar con una voz que sonaba desconocida y extremadamente antigua, dejando a sus padres conmocionados.

Años más tarde, la joven había cambiado para siempre; sus acciones no eran las de una niña normal de tres años y sus padres lo sabían. En numerosas ocasiones, la joven Dorothy exigió que la llevaran a su casa en Egipto, a miles de kilómetros de los suburbios Londinenses.

Dorothy, estaba convencida de que podía recordar su vida pasada y que había nacido en una vida diferente, al otro lado del mar en la tierra de los faraones. Dorothy no solo recordaba quién era, sino que contó detalles increíbles de la época en la que era sacerdotisa egipcia.

Bentrshyt, en su vida pasada

Según sus relatos, era una mujer llamada Bentrshyt. Vivió y sirvió en la corte del faraón Seti.

La joven Dorothy volvía locos a sus padres y su cambio radical de comportamiento no podía explicarse tan fácilmente. En una ocasión, mientras miraba imágenes antiguas del templo de Seti I, Dorothy dijo que era allí donde estaba su casa. No podía entender por qué no había árboles ni jardines alrededor del templo, pero estaba firmemente convencida de que era allí donde vivía, hace miles de años.

A la edad de quince años, Dorothy ya había comenzado a estudiar historia de Egipto, y entonces, cuando la joven tuvo su primer sueño lúcido con la momia del faraón Seti I. Este encuentro mágico le trajo numerosos recuerdo de su vida pasada. Y fue entonces cuando comenzó a completar el rompecabezas de su reencarnación.

Los recuerdos y sueños graduales, además del conocimiento sobre Egipto que estaba adquiriendo finalmente, llevaron a Dorothy a dejar la religión cristiana y abrazar la antigua religión politeísta del antiguo Egipto.

Dorothy tenía la increíble habilidad de aprender los símbolos egipcios con facilidad. Comenzó a aprender jeroglíficos egipcios en el Museo Británico y asombró a sus maestros con su habilidad. Finalmente, Dorothy explicó que era fácil para ella ya que no estaba aprendiendo nada nuevo, sino que solo recordaba un idioma que había olvidado.

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Su nueva vida en Egipto

En el año 1932, Dorothy se mudó a Egipto donde vivió con su esposo, Eman Abdel Meguid, un estudiante egipcio que había conocido en Inglaterra. Al llegar a Egipto, Dorothy besó el suelo sabiendo que finalmente estaba en casa.

Con el tiempo, Dorothy quedó embarazada y dio a luz a un hijo al que llamó, como era de esperar: Seti. Por eso Dorothy Eady se hacía llamar Omm Seti, que traducido significa Madre de Seti.

Durante años, Dorothy se esforzó mucho en recordar su vida pasada, armando un rompecabezas de miles de años dio como resultado a La reencarnación de Bentrshyt.

Dorothy descubrió que en su vida pasada fue una joven llamada Bentreshyt, quien fue criada en el Templo de Seti en Abydos desde la edad de tres años. Dorothy informó haber tenido numerosas visitas de un espíritu llamado Hor-Ra, quien la ayudó a descifrar los secretos de su vida pasada.

Durante su vida en el templo de Abydos, donde finalmente se convirtió en sacerdotisa y «virgen consagrada» conoció al Dios viviente Seti I, y los dos finalmente se enamoraron. Como amante del Faraón, la joven Bentreshyt, terminó embarazada; lamentablemente el destino de esa relación no tuvo un final feliz.

Poco después de descubrir que estaba embarazada, un sumo sacerdote del templo le dijo a Bentreshyt que el niño que estaba esperando representaría una gran ofensa contra la Diosa Isis y podría causarle muchos problemas al Faraón, por lo que fue castigada a cometer suicidio.

Una historia real

Durante años, Dorothy ayudó a los arqueólogos con sus investigaciones, demostrando que de alguna manera, su fascinante historia era real.

Dorothy se mudó a Abydos en 1956, donde era conocida como Omm Seti, y fue allí donde enfrentó numerosos desafíos que pondrían a prueba sus historias y conocimientos.

Si Dorothy, de hecho, vivió en Egipto hace miles de años, seguramente debía recordar y conocer detalles importantes.

Durante una ocasión, cuando Dorothy viajó al templo de Seti, el inspector jefe del Departamento de Antigüedades que conocía la historia de Omm Seti decidió probar su habilidad y conocimiento para averiguar si su historia era cierta o no.

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El jefe del Departamento de Antigüedades estaba ansioso por ver si estaba mintiendo o no. Se le pidió que se parara cerca de una pintura mural en particular en una oscuridad casi completa. Allí el jefe del departamento le dijo que los identificara según los recuerdos de su vida pasada.

Curiosamente, las pinturas y marcas que Dorothy identificó nunca habían sido vistas por nadie en el mundo. No se han publicado en ningún lugar de Egipto, por lo que nadie podría haberlos visto. Pero no solo conocía todas las respuestas, le dijo al jefe del Departamento de Antigüedades cosas que aún no había descubierto.

Su historia se vuelve famosa

Su historia se hizo más famosa y ayudó con las excavaciones y la investigación en el antiguo Egipto. Ella tradujo obras de arte extremadamente difíciles que incluso los mejores arqueólogos no pudieron. Su conocimiento del antiguo idioma ayudaría a los arqueólogos que estaban excavando en Abydos.

Muchos investigadores enumeraron cuidadosamente lo que dijo Omm Seti cuando se trataba de la historia del antiguo Egipto. Uno de ellos es el famoso egiptólogo británico Kenneth Kitchen. Si bien Kennet nunca quiso admitirlo abiertamente, hay varios recursos escritos que indican que la escuchó con atención. Sin embargo, Kitchen no sería el único. Resulta que Nicholas Reeves también tuvo en cuenta sus visiones cuando comenzó a buscar la «tumba perdida» de la reina Nefertiti. Según Eady, la tumba está en el Valle de los Reyes.

Dorothy le dijo lo siguiente:

«Una vez le pregunté a su Majestad dónde estaba, y él me lo dijo. Él dijo: ‘Por qué quieres saberlo?’ Le dije que me gustaría que lo excavaran, y él dijo: ‘No, no debe hacerlo, No queremos que se sepa nada más de esta familia’. Pero me dijo donde estaba, y puedo decirte esto: Está en el Valle de los Reyes y está bastante cerca de la tumba de Tutankamón. Pero está en un lugar donde a nadie se le ocurriría buscarlo. Se rió y dijo: aparentemente todavía está intacto».

Poco antes de su muerte Omm Seti participó en un par de documentales sobre el antiguo Egipto para la televisión. Uno de ellos, de la BBC, Omm Seti y su Egipto, fue filmado en Abydos en octubre de 1980. El otro, de National Geographic, llamado Egipto, en busca de la Eternidad, fue grabado pocos días antes de su muerte. Junto a su amigo, el farmacéutico Hanni El Zeini, escribió un libro titulado Abydos, Ciudad Santa del Antiguo Egipto, que se publicaría en 1981.

El final de su vida

Omm Seti murió en Abydos el 21 de abril de 1981. Ella misma había organizado su funeral fiel a las costumbres del antiguo Egipto.

Dispuso que su tumba mirara hacia Occidente, donde se ubica el reino de Osiris, para contemplar cada mañana la salida de Ra, el Dios Sol, montado en su barca sagrada y dispuesto a realizar su travesía diaria por los cielos de Egipto.

Farsante o sincera, loca o vidente, lo cierto es que esta excéntrica dama hizo posible la reconstrucción del Templo de Abydos con gran esfuerzo y paciencia. El aspecto actual que posee el templo es obra de Omm Seti, esta inglesa cuyo corazón perteneció y pertenecerá por toda la eternidad, a la tierra de Kemet.

«Todos, los que te creen, como los que no, esperamos sinceramente que tengas un buen viaje hacia la eternidad».

Omm Seti.

Esta es la fascinante historia de Dorothy Eady u Omm Seti.

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