No solo belleza, también inteligencia y estrategia definen a la reina Cleopatra del antiguo Egipto. Hoy en día su nombre sigue figurando en los titulares históricos y mucho más ante un posible hallazgo de su tumba real. ¿Fue encontrado el lugar de descanso final de Cleopatra?

La última reina del Egipto helenístico, Cleopatra, es uno de los personajes más famosos de la historia antigua. Fue glorificada por el amor: Cleopatra amaba al comandante romano Marco Antonio. Fue y sigue siendo la heroína más popular de la antigüedad, cuya imagen se reproduce en el cine y la literatura.

Se sabe que, tras la conquista de Egipto por los romanos, Cleopatra se quitó la vida para no convertirse en prisionera del emperador Octavio. Pero aún se desconoce el lugar donde fue enterrada.

Túnel descubierto podría conducir a la tumba de Cleopatra

Y ahora, arqueólogos dominicanos, que recibieron permiso del gobierno egipcio para realizar excavaciones, informaron de que habían descubierto un túnel cerca de Alejandría, excavado bajo el antiguo templo de Taposiris Magna.

Taposiris Magna significa «Gran Tumba de Osiris». Osiris es una deidad muy venerada en el antiguo Egipto, patrón de la agricultura y más tarde juez en la otra vida. Según la leyenda, fue asesinado por su hermano, descuartizado y arrojado al Nilo (por ello, los cuerpos de los ahogados eran considerados sagrados por los antiguos egipcios), pero su esposa Isis lo encontró, reunió los restos de su marido e incluso lo resucitó brevemente, pero finalmente no quiso quedarse en la Tierra y se convirtió en dios del más allá.

La historia de este amor tuvo resonancia en el antiguo Egipto, pero lo cierto es que para Cleopatra tenía un significado muy especial: ella se asociaba con Isis, y Antonio con Osiris. Además, no se trataba sólo de su sentimiento personal, sino también de una maniobra competente, ya que era costumbre que los faraones se identificaran con determinados dioses para lograr el amor verdadero y la reverencia del pueblo.

Por eso, la arqueóloga Kathleen Martínez, de la Universidad de Santo Domingo, está convencido de que Cleopatra, antes de morir, pidió a Octavio que la enterrara a ella y a Antonio en el templo de Taposiris Magna.

Martínez, que ha estado excavando en este lugar durante más de 10 años, declaró:

«Cleopatra y su amante están enterrados en este templo, y el túnel es el camino hacia este descubrimiento».

Arqueóloga Kathleen Martínez. Imagen: Kathleen Martínez.

Lo que se encontró en el Templo de Osiris

La arqueóloga obtuvo permiso para, por así decirlo, realizar un examen externo. La inspección resultó muy fructífera: encontraron la cabeza de piedra de Cleopatra, monedas con su imagen, una asombrosa momia con la lengua hecha de láminas de oro. Los egiptólogos nunca habían visto nada igual. Hasta ahora, sólo cabe suponer que tal vez el momificado estaba provisto de una lengua de oro para poder hablar con Osiris en el otro mundo.

Además, en 2020 se informó del hallazgo de dos momias cubiertas con pan de oro en el templo de Taposiris Magna, y el examen con rayos X muestra que se trata de un hombre y una mujer. Pero, aun así, los científicos abandonaron la versión de que se trataba de Antonio y Cleopatra: la cámara donde yacían estaba desprovista de adornos, de protección, era poco atractiva. Es evidente que el agua llegó allí, las momias no están muy bien conservadas. No puede ser que fueran enterradas así. Pero no todos son escoltados en su último viaje en pan de oro. Se cree que podría tratarse de sacerdotes, es decir, clérigos cercanos a Cleopatra.

La búsqueda continuó, y la comunidad científica mundial se convencía cada vez más de que la intuición de Kathleen Martínez no fallaba. Ella se obstinó en pedir permiso para excavar. Al final, Zahi Hawass, ministro egipcio de Antigüedades, solo le dio permiso para trabajar durante dos miserables meses. Era prácticamente imposible hacer nada sensato en ese periodo, algo que Kathleen dijo más tarde:

«En arqueología, dos meses no son nada».

Es decir, los científicos fueron a llevar a cabo una misión que podía considerarse absolutamente condenada de antemano.

Entrada al túnel. Imagen: Ministry of Tourism and Antiquities

Una buena noticia

La historia aprecia en las personas una combinación de carácter y amor sincero por lo que se hace. Por eso, al final del segundo mes desesperado, se abrió la entrada al túnel.

Resultó que el paso subterráneo se hizo a una profundidad de 13 metros, se extiende a lo largo de un kilómetro y 305 metros, tiene una altura de dos metros y está hecho con mucho cuidado. Según el Ministerio de Turismo y Antigüedades egipcio, se trata de una «maravilla geométrica».

En parte, el túnel queda bajo el agua junto con los cimientos del templo, pero esto, por desgracia, no es sorprendente: durante tantos años ha habido aquí decenas de terremotos. Así que aún no ha sido posible descubrir adónde conduce.

Pero incluso si no conduce a Cleopatra y Antonio, surge una pregunta interesante: ¿para quién, entonces, se hizo una obra tan colosal, quién o qué tuvo que ocultarse tan cuidadosamente? Si se descubre la tumba de Cleopatra, este acontecimiento podría ser uno de los mayores descubrimientos de la historia moderna.

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