Nuevas investigaciones revelan que la daga de Tutankamón de origen extraterrestre, es decir realizada a partir del metal de un meteorito, fue forjada a «baja temperatura» y no se realizó en Egipto, como anteriormente se pensaba.

Científicos japoneses tomaron rayos X de una daga de hierro encontrada en la tumba de Tutankamón para descubrir cómo se hizo el artículo, cuyo metal ya se confirmó en 2016 que era de un meteorito.

Según un nuevo estudio, la daga se fabricó mediante un proceso de forja a baja temperatura, pero no se forjó en Egipto. Un artículo sobre esto fue publicado en la revista Meteoritics & Planetary Science.

Daga de Tutankamón: últimos hallazgos

Los arqueólogos descubrieron una daga de 35 centímetros en la cámara funeraria de Tutankamón en el Valle de los Reyes en la década de 1920, entre otras riquezas, enterrada con el faraón. Su hoja estaba hecha de hierro, pero los científicos estaban desconcertados por el hecho de que la Edad del Hierro no comenzó hasta un siglo después de la muerte de Tutankamón y, además, esta hoja apenas se había oxidado.

Tutankamón

Poco a poco, los investigadores llegaron a la conclusión de que los objetos de hierro, que precedieron a la difusión generalizada de conocimientos relevantes sobre la metalurgia, se forjaron a partir de hierro meteórico: piezas de metal que cayeron del espacio y luego solo se procesaron en la Tierra. Tales cosas eran muy apreciadas tanto en Egipto como en el extranjero. Un estudio de 2016 confirmó el origen probable del meteorito del hierro de la daga, pero quedaban dudas sobre su tecnología de fabricación.

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Daga de Tutankamón no fue fabricada en Egipto

Ahora, los investigadores han examinado la estructura de la hoja a nivel microscópico, utilizando análisis de difracción de rayos X, y han identificado nódulos de hierro, níquel, manganeso y cobalto que contiene. También se encontraron azufre, cloro, calcio y zinc en las manchas ennegrecidas de la hoja. No menos interesante que la presencia de ciertos elementos químicos fue su distribución, lo que indicaba que la daga estaba hecha de octaedrita, que pertenece a la clase estructural más común de meteoritos de hierro. Además, se forjó a una temperatura relativamente baja, menos de 950 grados.

Tomoko Arai, del Instituto de Tecnología de Chiba en Japón, dijo en un comunicado:

«Encontramos pequeños puntos negros en la superficie de la daga. Al principio pensamos que era óxido. Pero resultó que estos son sulfuros de hierro, que generalmente se encuentran como inclusiones en meteoritos de hierro octaédricos».

La daga de Tutankamón

Aunque el análisis químico no reveló directamente el origen de la daga, los científicos pudieron usar una serie de tablillas de 3.400 años de antigüedad conocidas como el Archivo de Amarna, que documentan la actividad diplomática en el antiguo Egipto a mediados del siglo XIV a. C. que cierta daga de hierro en una vaina de oro -aparentemente un accesorio raro en ese momento- fue entregada a Amenhotep III, el abuelo de Tutankamón, por el rey de Mitanni, una región de Anatolia, cuando el faraón se casó con su hija.

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Entonces, es posible que la «daga espacial» de Tutankamón fuera una reliquia familiar obtenida en el extranjero. Un análisis detallado también mostró que las piedras preciosas en la empuñadura de la daga estaban unidas de una manera que se usaba ampliamente en Mitanni pero que no se usaba en Egipto en ese momento.

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