El Golem judío, mencionado en la Biblia. Leyendas talmúdicas dicen que se le puede dar vida artificialmente a través de recitaciones mágicas.

Esta mítica figura de arcilla es un tipo de Frankenstein, pero animado a través de la magia judía e invocaciones que llaman el poder del Dios Yahvé, invocaciones como la palabra «Emte», que significa «vida». Se han reportado varios golems en la historia, como el de un rabino que protegió a judíos en República Checa.

La palabra «golem» aparece una vez en la Biblia, en Salmos 139:16 y en idioma hebreo tiene el significado de «masa sin forma» o «sustancia inacabada».

Golem judío: proceso para crear uno

El rabino Judah Loew ben Bezalel y su Golum (Public domain).

Una leyenda del Talmud expone que Adán fue un golem durante las primeras 12 horas de su vida. Esto indica que Yahvé todavía no le había transmitido un alma a su cuerpo. Asimismo, el profeta Jeremías fabricó un golem, de acuerdo a otra leyenda.

Se ha establecido que estos tipos de seres artificiales se pueden crear realmente, a través de la magia y la alquimia, como los llamados homúnculos o humanos diminutos. En Sefer Yetzirah, el Libro de la Creación, aparecen instrucciones para crear un golem. Contiene diferentes maneras en que se puede llevar a cabo el proceso de otorgamiento de vida.

La arcilla de este fetiche debe ser esculpido en forma humana y se deben usar palabras sagradas para darle vida. Tradiciones medievales afirman que una de las maneras es inscribirle «Emet» sobre la frente («Emet» significa verdad o vida).

Golem en la película Le Golem. Crédito: A-B / Les Artistes Associés.

Otra forma descrita para animar al golem, es realizar una danza o caminata mágica alrededor de la figura y entrar en éxtasis. Al mismo tiempo, se enuncia una combinación de letras hebreas y uno de los Shem HaMephorash, o nombres secretos de Dios, mencionados en la Cábala (tales como: Anaktam Pastam Paspasim Dionsim). Una tercera forma consiste en escribir ese nombre arcano divino en un pergamino y pegárselo en el brazo o boca.

El golem de Praga del siglo 16

Un leyenda muy famosa de un golem se encuentra en Praga, la capital de República Checa. La historia ocurrió en el siglo 16 y es acerca del rabino Judah Loew ben Bezalel, un filósofo, religioso y estudioso.

En esa época, los judíos de Praga sufrieron xenofobia y persecución antisemita. Se dice que para proteger el barrio judío, Judah Loew creó a un golem con una fuerza sobrehumana. También le fue otorgado un collar mágico que le daba invisibilidad (hecho de piel de venado y tenía agregado signos místicos de la Cábala).

Judah Loew y su Golem.

Luego de que se calmara esa persecución, el rabino solamente siguió usando al golem para tareas domésticas, pero éste se volvió cada vez más fuerte y más destructivo, así que tuvo que quitarle el pergamino sagrado de su frente. Rumores dicen que Loew escondió a la estatua sin vida en el ático de su sinagoga, pero nunca se reportó su hallazgo ahí.

Los golems podrían ser simbología del despertar espiritual de una persona, aunque también claramente se interpreta que las historias como del golem de Praga son ejemplos de una verdadera magia judía. Tal vez sí es cierto que al invocar al Dios Yahvé y uno de sus nombres secretos, sí se le transmita vida a una figura de arcilla. Pero por ahora sólo queda en leyenda.

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