Gil Pérez fue un soldado español de la Guardia Civil filipina que apareció inesperadamente en la Plaza Mayor de la Ciudad de México el 24 de octubre de 1593 (casi 9.000 millas náuticas a través del Pacífico desde Manila). Estaba vestido con el uniforme de los guardias del Palacio del Gobernador de Filipinas y dijo que no tenía idea de cómo llegó a México.

Pérez dijo que había estado de guardia en la mansión del gobernador en Manila solo segundos antes de llegar a México. También afirmó que (cuando se enteró de que ya no estaba en Filipinas) no tenía idea de dónde estaba ni cómo había llegado allí.

La Plaza Mayor, donde supuestamente apareció el soldado en 1593, fotografiada en 1836. Imagen: Wikimedia Commons

Según Pérez, piratas chinos asesinaron al Excelentísimo Gobernador de Filipinas, Gómez Pérez Dasmarias, solo segundos antes de su llegada. Dijo además que se sentía mareado después de largas horas de servicio en Manila y se apoyó contra una pared, cerrando los ojos; luego abrió los ojos un segundo después para encontrarse en otro lugar.

Cuando Pérez le preguntó a un transeúnte dónde estaba, le informaron que estaba en la Plaza Mayor de la Ciudad de México (ahora conocida como Zócalo). Cuando se le dijo que ahora estaba en la Ciudad de México, Pérez en un principio se negó a aceptarlo, alegando que había recibido sus instrucciones en Manila en la mañana del 23 de octubre y que, por lo tanto, le era imposible estar en la Ciudad de México en la noche del 23 de octubre. 24 de octubre.

Los guardias de Nueva España rápidamente se dieron cuenta de Pérez por sus afirmaciones y su inusual vestimenta de Manila. Fue llevado ante las autoridades, en particular el virrey de la Nueva España, Luis de Velasco, a cuya residencia fue llevado.

Gil Pérez. Imagen: Dominio público

Las autoridades encarcelaron a Pérez como prófugo y por la posibilidad de que estuviera trabajando para Satanás. El soldado fue interrogado por el Santísimo Tribunal de la Inquisición, pero lo único que pudo decir en su defensa fue que había viajado de Manila a México “en menos tiempo del que tarda un gallo en cantar”.

Pérez, un soldado devoto y condecorado, tomó todo con calma y trabajó con las autoridades. Finalmente se descubrió que era un cristiano devoto y, debido a su comportamiento ejemplar, no fue acusado de ningún delito. Sin embargo, las autoridades no estaban seguras de qué hacer con el escenario inusual y lo mantuvieron en prisión hasta que llegaron a una conclusión firme.

Ruta trazada del Galeón de Manila. Imagen: Amuraworld

Dos meses después, llegaron noticias de Filipinas a través del Galeón de Manila, confirmando el hecho de que Dasmarias fue literalmente hachado el 23 de octubre en una revuelta de remeros chinos, así como otros detalles del increíble relato del extraño soldado. Testigos corroboraron que Gil Pérez había estado de servicio en Manila antes de llegar a México.

Además, uno de los pasajeros del barco reconoció a Pérez y afirmó haberlo visto en Filipinas el 23 de octubre. Posteriormente, Gil Pérez regresó a Filipinas y retomó su empleo anterior como guardia de palacio, llevando una existencia aparentemente rutinaria.

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Varios autores han propuesto interpretaciones sobrenaturales para la narración. La abducción extraterrestre fue propuesta por Morris K. Jessup y Brinsley Le Poer Trench, octavo conde de Clancarty, mientras que la teoría de la teletransportación fue propuesta por Colin Wilson y Gary Blackwood.

Independientemente de los estudios científicos sobre la teletransportación, el relato de Gil Pérez es bastante aterrador, especialmente porque no tenía control sobre su transición de un lugar a otro. Ya sea que la historia sea cierta o no, siempre es una historia fascinante que se ha mantenido sin cambios durante cientos de años.

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