En los miles de millones de años de historia de la Tierra, pueden haber existido incontables civilizaciones avanzadas. Una de estas civilizaciones podrían ser un grupo de «Gigantes», como muchos investigadores han indicado.

Las leyendas ecuatorianas hablan de antiguas ciudades de gigantes, abandonadas por sus habitantes hace mucho tiempo, siendo lentamente recuperadas por la naturaleza. Pero descubrimientos como éste muestran que los gigantes eran indudablemente reales.

De hecho, las tribus de toda la cuenca del Amazonas recuerdan la existencia de una antigua raza de gigantes que construyeron ciudades prósperas mucho antes de que los humanos de «tamaño regular» llegaran a la zona.

En 2012, una de esas leyendas llevó a un equipo de investigadores a un área remota en las selvas tropicales de Ecuador. Varias tribus habían estado utilizando el lugar como un lugar de reunión tradicional desde tiempos inmemoriales y creían que estaba habitado por espíritus poderosos.

El lugar era sagrado para los lugareños y hablaban del lugar de sus constructores con una mezcla de miedo y respeto. La razón detrás de su actitud se hizo visible una vez que el equipo notó la presencia de antiguas estructuras megalíticas en el sitio.

La estructura más grande tenía 79 metros de alto por una pirámide de 79 metros de ancho con una inclinación demasiado alta para ser natural. Se había construido utilizando cientos de grandes rocas de forma irregular, cada una de las cuales pesaba aproximadamente 2 toneladas. En la parte superior encontraron un área plana que podría haber sido utilizada como plataforma ceremonial o de sacrificio.

Evidentemente, esto no parece de origen natural.

Benoit Duverneuil, arqueólogo franco-estadounidense, dijo en un comunicado:

«Parece una pared pavimentada, una antigua calle o plaza con un ángulo de 60 grados, quizás el techo de una estructura más grande. Muchas de las piedras estaban perfectamente alineadas, tienen bordes afilados y parecen haber sido esculpidas por manos humanas».

La capa protectora de tierra había conservado la superficie lisa de las piedras. También reveló la presencia de una sustancia similar al cemento que se utiliza para mantener juntas las rocas. A juzgar por la edad aparente de las ruinas, este podría ser el ejemplo más antiguo de hormigón utilizado en Estados Unidos. Parece que los constructores de esta antigua ciudadela poseían conocimientos de ingeniería muy por delante de su tiempo.

Pero el descubrimiento más interesante llegó en forma de herramientas. Sobredimensionados y antiguos, cubrían el suelo del bosque. Se desconoce su propósito, pero el equipo sospecha que se utilizaron para trabajar metales. Sin embargo, una cosa es segura: su tamaño habría dificultado mucho que un humano de tamaño normal los manejara.

El escritor e investigador Bruce Fenton fue parte del equipo que descubrió esta ciudad perdida de gigantes y cree que las herramientas hablan por sí solas:

«Lo que realmente apunta a que esta morada albergó a la misma raza de gigantes es la presencia de martillos extremadamente grandes, o al menos los martillos de piedra. Suponiendo que estos estuvieran unidos a mangos de madera dura, serían de un tamaño y un peso increíbles, lo que haría que su uso como herramientas no fuera práctico para un inca típico o un indígena de la zona, ya que generalmente son personas de complexión ligera de aproximadamente 1.6 metros de altura».

Uno de los artefactos de piedra encontrados en el sitio.

Es interesante notar que las expediciones anteriores en las selvas tropicales de Ecuador produjeron resultados que apoyan el hecho de que los gigantes estuvieron presentes alguna vez. Se descubrieron huesos mucho más grandes que los de un humano de tamaño medio en cuevas en todo el continente americano. La evidencia sigue aumentando, lo que sugiere que nuestra propia historia podría requerir algunas notas a pie de página. ¡Gigantes!

No debería sorprendernos que las autoridades ignoraran deliberadamente este sorprendente descubrimiento. En 2013, el Ministerio de Cultura de Ecuador envió a uno de sus equipos a inspeccionar el hallazgo, pero concluyó que no era más que una formación natural.

Fenton y su equipo no están de acuerdo. El tamaño y la forma de los bloques, la precisión y la técnica con la que fueron cortados, pulidos y ensamblados parecen apuntar a un origen artificial. Además, parece que hay más estructuras a la espera de ser descubiertas.

Un ejemplo de una de las piedras con un agujero circular cortado.

Varios otros montículos grandes aún no han sido excavados. Aunque están cubiertos de barro y vegetación, su forma sugiere que las pirámides están enterradas debajo de ellos. Esto sugeriría que la ciudad alberga más de una pirámide: es el hogar de todo un complejo piramidal. Y la historia nos enseñó que tales complejos se construyen alrededor de una pirámide central, una que generalmente contiene los restos de un gran líder.

Si esta fuera una ciudad de gigantes, ¿quién podría haber sido su líder?

¿Este escenario explica por qué las autoridades llamaron al lugar una «formación natural»? ¿Estaban planeando eliminar silenciosamente cualquier reliquia anómala que hubiera apoyado la antigua teoría de los gigantes? No sería la primera vez que sucediera algo así.

Desafortunadamente, Fenton informa que muchos de los artefactos ya han sido robados, lo que dificulta aún más reconstruir los desconcertantes detalles de esta historia.

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