Cada vez más personas se convencen que bajo la gruesa capa de hielo de la Antártida existen los restos de una civilización avanzada perdida en la historia.

La evidencia de nuestros antepasados ​​avanzados está en todas partes, pero está dispersa y no forma una imagen de conjunto. Para aprender más sobre ellos, primero debemos echar un vistazo al continente más austral,  la Antártida.

Existe una creciente evidencia de civilizaciones con capacidades avanzadas que podrían viajar por todo el mundo en el pasado distante.

A medida que se decodifica la historia, descubrimos que nuestros «antepasados ​​primitivos» tuvieron el lujo de zarpar por todo el mundo, disfrutar de la libertad por derecho propio y, sobre todo, sus hechos superaron gran parte de lo que hemos logrado utilizando tecnología moderna.

Estos pueblos olvidados durante mucho tiempo no solo poseían conocimientos y tecnología avanzados, sino que también vivían en un mundo diferente al que representa la historia actual.

Con la capa de hielo de la Antártida cada año más delgada, varias formaciones peculiares han salido a la luz.

Montañas escarpadas con una simetría perfecta que se asemejan mucho a las pirámides se han sacudido la densa capa de nieve y ahora insinúan un pasado antártico lejano donde pueblos olvidados vagaban por toda esta región ahora desolada y supuestamente tenían acceso libre para viajar por todo el planeta, de un polo al otro.

Pero este presunto mundo arcaico se basó en un conjunto diferente de herramientas y en la comprensión de su entorno, como está a punto de ver en las siguientes líneas.

Civilizaciones avanzadas en la antigua Antártida

En primer lugar, construyamos una mejor comprensión de este continente más austral. Una capa de hielo colosal que abarca más de 14 millones de kilómetros cuadrados cubre el 98% de su superficie.

Para obtener una mejor imagen, si toma la Antártida y la coloca en el mapa de América del Norte, se extenderá desde el extremo sur de Texas hasta las islas más septentrionales de Canadá.

Se estima que la capa masiva de hielo tiene alrededor de 4.5 km de espesor en algunas áreas, mientras que las temperaturas promedio de -55 ° C están preservando este lugar, al tiempo que mantienen fuera a la mayoría de los seres vivos.

Dado que la Antártida es el único continente completamente deshabitado del mundo, parece que no hay nada que ver allí aparte del viento aullante que golpea tu cuerpo y cara, y algunos pingüinos para calentar tu corazón. Pero, ¿es realmente tan desolado como ellos querrían que creyéramos? ¿O hay más de lo que parece?

Vale la pena mencionar que la Antártida solo se descubrió en 1911, cuando los noruegos finalmente llegaron al Polo Sur después de una carrera con los británicos. De antemano, el capitán James Cook y su tripulación habían logrado llegar a las afueras de este misterioso continente en 1773, cuando descubrieron sus islas cercanas, pero nunca llegaron a la masa terrestre real.

Ahora se acepta que el Polo Sur apenas se había alcanzado a principios del siglo XX, y fue nombrado Ant-ártico-a debido al descubrimiento anterior del Polo Norte con su región ártica. ¿Falta de imaginación?

Después de que los europeos llegaron a esta tierra antigua y helada, se enviaron varias expediciones para explorar el área en busca de recursos.

No es un hecho oculto que los nazis tenían un gran interés en el desierto helado, también los estadounidenses bajo la dirección del almirante Byrd y muchos otros grupos y organizaciones a lo largo de los años y hasta hoy.

No voy a entrar en detalles sobre las bases secretas que presumiblemente todavía se ocultan, pero señalaré algunos otros aspectos intrigantes.

Antártida, un paraíso tropical para nuestros ancestros

Después de analizar a fondo la superficie de la Antártida, los investigadores han llegado a la conclusión de que este continente desolado alguna vez fue un paraíso tropical.

Incluía de todo, desde playas soleadas, aguas cálidas, hasta un entorno exuberante que cubría todos los valles y montañas. En el pasado lejano, la Antártida era el lugar perfecto para vivir si eras un ser orgánico que dependía del calor y otros estímulos.

Sin embargo, la ciencia moderna una vez más arruina la diversión al afirmar que tal período ocurrió hace decenas de millones de años, y probablemente solo los mamíferos peludos y otros animales salvajes tuvieron la oportunidad de hacerlo en este paraíso tropical.

Para nosotros, los humanos, sigue siendo lo que es hoy, un páramo helado lleno en los márgenes de pingüinos y otras especies marinas. Ahora, aquí es donde las cosas se vuelven realmente interesantes.

No hace mucho tiempo, los historiadores descubrieron dos mapas antiguos que revelan la región antártica sin hielo. Uno de los mapas, el de Piri Reis, que fue un renombrado almirante turco del siglo XVI, muestra una parte de la Antártida conocida hoy como Queen Mauls Land completamente libre de hielo. El otro mapa, Oronteus Finaeucs, revela todo el continente sin hielo.

Pero, ¿cómo es eso posible si la Antártida fue simplemente descubierta hace un siglo? Y lo que es más importante, ¿por qué no hay hielo?

Mapa de Piri Reis

Para aclarar esto, echemos un vistazo al primer documento. El mapa de Piri Reis fue descubierto en 1929, fue dibujado en la piel de una gacela y el análisis reveló que es un documento genuino elaborado por los subordinados de Piri Reis en 1513.

El almirante era un estimado oficial de la marina que gozaba del privilegio de tener acceso a grandes lugares de conocimiento. Por sus orígenes turcos, el lugar con más recursos fue la Biblioteca Imperial de Constantinopla.

En su cuaderno de bitácora de los marineros se menciona que el mapa se compiló a partir de muchos otros mapas de origen antiguo, algunos de ellos desde el siglo IV a. C., o incluso antes. Mientras que algunas cartas fueron dibujadas por marineros contemporáneos al almirante, otras fueron recolectadas de la Biblioteca Real de Alejandría, la biblioteca más importante de la antigüedad. Al parecer, después de su destrucción, se llevaron copias de documentos junto con algunas cartas de fuentes originales a otros centros culturales importantes, entre ellos Constantinopla.

Parte de Piri Reis a la izquierda, parte del mapa de Oronteus Finaeus a la derecha, ambos muestran la Antártida sin hielo más líneas longitudinales.

El conocimiento permaneció encerrado hasta 1204, año de la cuarta cruzada. Cuando los venecianos sitiaron Constantinopla, una gran cantidad de tomos y mapas fueron arrebatados de la biblioteca imperial turca y cayeron en manos de los marineros europeos. Aunque la mayoría de los mapas eran del Mediterráneo y del mar Negro, había otros de las Américas, del Ártico y de los océanos Antártico. Entonces, ¿cómo puede ser esto posible si la masa continental de la Antártida solo se descubrió en el siglo XX?

Si bien la ciencia oficial implica que la plataforma de hielo que se extiende sobre la Antártida tiene millones de años, el mapa de Piri Reis desacredita completamente esta hipótesis, ya que la parte norte del continente había sido cartografiada antes de que hubiera hielo cubriéndola.

Esto significa dos cosas: o los seres humanos con capacidades avanzadas de creación de gráficos existían hace millones de años, lo que resulta imposible de acuerdo con nuestro paradigma actualmente aceptado; o el mapa había sido dibujado hace miles, si no decenas de miles de años, cuando los humanos todavía usaban técnicas de mapeo avanzadas.

Teniendo en cuenta la segunda hipótesis, también contradice lo que la ciencia moderna tiene que decir sobre la primera civilización conocida: los sumerios. Por lo que se sabe, aparecieron rápidamente en un área del Medio Oriente hace unos 6.000 años, pero no poseían habilidades náuticas o marítimas.

Curiosamente, hablan de la gente antigua a quienes trataban como «dioses» debido a sus capacidades inusuales, y se les conoce como los Anunnaki.

Si observamos estudios más recientes de la Antártida, podemos ver que se estima que el último período sin hielo en el área terminó hace aproximadamente 6.000 años, lo que significa que algunos marineros antiguos deben haber mapeado la región de antemano. Teniendo esto en cuenta, parece que ya en el 4.000 a. C., posiblemente incluso antes, existían mapas complejos del mundo.

Estos documentos se recopilaron más tarde para su custodia dentro de la Biblioteca de Alejandría, lo que indica también que los eruditos del antiguo Egipto estaban estudiando estas herencias desgastadas por el tiempo.

Con la destrucción de este renombrado centro cultural, solo un puñado de tomos escaparon de la ciudad, y el conocimiento ahora está disperso y escasos. Afortunadamente, las piezas del rompecabezas se vuelven a juntar una vez más.

¿Te gustó este artículo? Síguenos en nuestra página de Facebook: Planeta Maldek para que no te pierdas ningún contenido. Además, puedes visitar nuestra portada y acceder a todos los artículos. O si gustas has clic en la imagen a continuación:

Fuente