¿Cómo los ancestros tenían conocimiento tan avanzado del cielo? ¿Cómo sabían de la existencia de una estrella que incluso hoy en día no sabíamos que existía?

Las piedras fueron encontradas cerca de un antiguo fuerte protohistórico de Rupinpiccolo en el noreste de Italia, con marcas sutiles que los arqueólogos creen que corresponden a las posiciones de 28 estrellas brillantes.

Según los investigadores, los discos de piedra recién desenterrados y encontrados en Italia podrían ser los mapas del cielo más antiguos de la civilización.

Este descubrimiento histórico se remonta a miles de años, antes de las constelaciones que conocemos hoy. Las piedras fueron encontradas cerca de un antiguo fuerte protohistórico de Rupinpiccolo en el noreste de Italia. Presentan marcas sutiles que los arqueólogos creen que corresponden a las posiciones de 28 estrellas brillantes.

Antiguo código celestial

Los investigadores descubrieron que las piedras revelaban un posible código celestial, según Mark Thompson. Los investigadores Paolo Molaro y Federico Bernardini utilizaron análisis estadísticos para comparar las marcas en las piedras con constelaciones conocidas y encontraron una coincidencia muy cercana.

Antiguo mapa del cielo. Imagen: INAF

Esto sugiere que las marcas encontradas se hicieron deliberadamente para representar las estrellas. En particular, encontraron nueve marcas que coincidían con la cola de Escorpio, cinco marcas con Orión y nueve marcas con el cúmulo de las Pléyades.

Los investigadores escribieron:

«Las marcas realmente parecían representar todas las estrellas brillantes en cada una de las constelaciones (con la excepción de Bellatrix y Saiph que pueden haber sido erosionadas) registradas, dando credibilidad a los hallazgos».

Sin embargo, aún no se ha identificado una marca ligeramente al norte de Orión, tal vez representaba una nova o supernova que no se ha registrado en ningún otro lugar. La marca está cerca de Mu Orionis, que es un par de binarias físicas, pero también se encuentra cerca de la ubicación. de Epsilon Sagitario.»

Se cree que las marcas en las piedras datan de entre 1800 y 400 a. C. Sin embargo, las investigaciones parecen apuntar a que las piedras son los mapas más antiguos conocidos del cielo nocturno. Otra teoría, según Thompson, es que el mapa demuestra explosiones de supernovas en el cielo de ese período.
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