En medio del desierto del Sahara existe una misteriosa característica, llamada Estructura de Richat o también denominada «El Ojo del Sahara«. Debido a su gran similitud (anillos concéntricos), algunos investigadores sugieren que dicho sitio pudo ser la Atlántida.

Entre la lista de los lugares más calurosos de la Tierra, el desierto del Sahara, en Mauritania, cerca de Ouadane (África), figura definitivamente en la fila, donde las temperaturas pueden alcanzar hasta 57.7 grados centígrados. Los vientos duros y calientes asolan la extensa zona durante todo el año, pero también hay un lugar misterioso en el desierto, y la gente de todo el mundo lo llama «El ojo del Sahara».

El ojo del Sahara – La estructura de Richat

La Estructura Richat, o más comúnmente conocida como El Ojo del Sahara, es una cúpula geológica que contiene rocas anteriores a la aparición de la vida en la Tierra. El Ojo se asemeja a una diana azul y se encuentra en el Sahara Occidental. Los geólogos creen que la formación del Ojo comenzó cuando el supercontinente Pangea empezó a separarse.

Descubrimiento del Ojo del Sahara

El Ojo del Sahara: una impresionante estructura de roca que asoma en un mar de arena en el desierto del Sahara.

Durante siglos, sólo unas pocas tribus nómadas locales conocían esta formación. Fue fotografiada por primera vez en la década de 1960 por los astronautas del Proyecto Gemini, que la utilizaron como punto de referencia para seguir el progreso de sus secuencias de aterrizaje. Posteriormente, el satélite Landsat tomó imágenes adicionales y proporcionó información sobre el tamaño, la altura y la extensión de la formación.

En un principio, los geólogos creían que el Ojo del Sahara era un cráter de impacto, creado cuando un objeto procedente del espacio se estrelló contra la superficie. Sin embargo, largos estudios de las rocas del interior de la estructura demuestran que sus orígenes son totalmente terrestres.

Detalles estructurales del Ojo del Sahara

El Ojo del Sahara, o formalmente conocido como la Estructura Richat, es un domo muy simétrico, ligeramente elíptico y profundamente erosionado, con un diámetro de 25 millas. La edad de la roca sedimentaria expuesta en este domo varía desde el Proterozoico tardío en el centro del domo hasta la arenisca del Ordovícico en sus bordes. La erosión diferencial de capas resistentes de cuarcita ha creado cuestas circulares de gran relieve. Su centro consiste en una brecha silícea que cubre un área de al menos 19 millas de diámetro.

En el interior de la Estructura Richat se encuentran expuestas diversas rocas ígneas intrusivas y extrusivas. Incluyen rocas volcánicas riolíticas, gabros, carbonatitas y kimberlitas. Las rocas riolíticas consisten en flujos de lava y rocas tobáceas alteradas hidrotermalmente que forman parte de dos centros eruptivos distintos, que se interpretan como los restos erosionados de dos maares.

Según la cartografía de campo y los datos aeromagnéticos, las rocas gabroicas forman dos diques anulares concéntricos. El dique del anillo interior tiene una anchura de unos 20 metros y se encuentra a unos 3 kilómetros del centro de la Estructura Richat. El dique anular exterior tiene una anchura de unos 50 metros y se encuentra a unos 7 u 8 kilómetros del centro de esta estructura.

Se han cartografiado 32 diques y sills de carbonatita dentro de la Estructura Richat. Los diques suelen tener una longitud de unos 300 metros y una anchura de entre 1 y 4 metros. Están formados por carbonatitas masivas que en su mayoría carecen de vesículas. Las rocas de carbonatita han sido datadas como enfriadas hace entre 94 y 104 millones de años.

Misterio sobre el origen del Ojo del Sahara

El Ojo Azul del Sahara parece sorprendente, ya que es la principal característica perceptible en el gigantesco desierto que lo rodea.

La estructura de Richat se describió por primera vez entre los años 1930 y 1940, como cráter de Richât u ojal de Richât. En 1948, Richard-Molard consideró que era el resultado de un empuje lacustre. Más tarde se consideró brevemente su origen como una estructura de impacto. Pero un estudio más detallado en los años 50-60 sugirió que se formó por procesos terrestres.

Sin embargo, tras extensos estudios de campo y de laboratorio en la década de 1960, no se han encontrado pruebas creíbles de metamorfismo de choque ni de ningún tipo de deformación indicativa de un impacto extraterrestre de hipervelocidad.

Aunque en un principio se informó de la presencia de coesita, una forma de dióxido de silicio considerada como un indicador de metamorfismo de choque, en las muestras de roca recogidas en la Estructura Richat, los análisis posteriores de las muestras de roca concluyeron que la barita había sido identificada erróneamente como coesita.

La datación de la estructura se llevó a cabo en la década de 1990. Un nuevo estudio sobre la formación de la estructura Richat, realizado por Matton et al en 2005 y Matton en 2008, confirmó la conclusión de que no se trata de una estructura de impacto.

Un estudio multianalítico de 2011 sobre las megabrechas de Richat concluyó que los carbonatos dentro de las megabrechas ricas en sílice fueron creados por aguas hidrotermales de baja temperatura, y que la estructura requiere una protección especial y una mayor investigación de su origen.

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Una teoría convincente sobre el origen del Ojo del Sahara

Los científicos siguen teniendo dudas sobre el Ojo del Sahara, pero dos geólogos canadienses tienen una teoría de trabajo sobre sus orígenes.

Creen que la formación del Ojo comenzó hace más de 100 millones de años, cuando el supercontinente Pangea se desgarró por la tectónica de placas y lo que hoy son África y Sudamérica se separaron.

La roca fundida subió hacia la superficie pero no llegó hasta el final, creando una cúpula de capas de roca, como un gran grano. Esto también creó líneas de falla que rodean y cruzan el Ojo. La roca fundida también disolvió la piedra caliza cerca del centro del Ojo, que se derrumbó para formar un tipo especial de roca llamada brecha.

Hace poco más de 100 millones de años, el Ojo entró en una violenta erupción. Eso colapsó la burbuja en parte, y la erosión hizo el resto del trabajo para crear el Ojo del Sahara que conocemos hoy. Los anillos están formados por diferentes tipos de roca que se erosionan a distintas velocidades. El círculo más pálido cerca del centro del Ojo es roca volcánica creada durante esa explosión.

El Ojo del Sahara – un punto de referencia desde el espacio

El Ojo del Sahara, más conocido como estructura de Richat, es un prominente rasgo circular en el desierto del Sahara Occidental de Mauritania que ha atraído la atención desde las primeras misiones espaciales porque forma un llamativo ojo de buey en la extensión, por lo demás bastante despojada, del desierto.

A los astronautas modernos les gusta el Ojo porque gran parte del desierto del Sahara es un mar de arena ininterrumpido. El Ojo azul es una de las pocas rupturas en la monotonía que es visible desde el espacio, y ahora se ha convertido en un punto de referencia clave para ellos.

Una vez admitidos, se aconseja a los turistas que hagan arreglos de viaje locales. Algunos empresarios ofrecen paseos en avión o en globo aerostático sobre el Ojo, lo que proporciona a los visitantes una vista de pájaro. El Ojo se encuentra cerca de la ciudad de Ouadane, que está a un paseo en coche de la estructura, e incluso hay un hotel dentro del Ojo.

¿Por qué se asocia a la ciudad perdida de Atlántida?

Esta isla mítica que aparece en los textos del famoso filósofo griego Platón, es descrita como una potencia militar inconmensurable que existió miles de años antes de que existiera el legislador ateniense Solón, de quién según el filósofo, parte la fuente del relato.

Si bien las descripciones de Platón de la Atlántida son épicas y asombrosas, muchos creen que apenas arañó la superficie. Platón describió la Atlántida como una formación masiva de círculos concéntricos, alternando entre tierra y agua, similar a como podemos apreciar hoy en el «Ojo del Sahara».

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¿Qué es en realidad?

Con el paso de los años e investigaciones, un grupo de científicos han determinado que la estructura de Richat no es sino la sección de un domo anticlinal erosionado a lo largo de millones de años. No se formó en un momento en que existían los humanos, y la evidencia más temprana de humanos en el área no se alinea con la supuesta edad de los atlantes. Es una característica geológica muy interesante, tallada durante cientos de millones de años. Está formada rocas del Proterozoico en el centro a Ordovícico en el exterior, con carbonatos (calizas y dolomías) con brechas silíceas del Cretácico originadas por disolución y colapso kárstico, entre otras cosas.

Claro está, la teoría científica no satisface a todo mundo, y es más apasionante pensar que el Ojo del Sahara pudo ser la Atlántida.

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