Un antiguo manuscrito apócrifo, o no incluido en la Biblia y que contiene pasajes que van en contradicción con la corriente principal y algunas creencias. Quizá ese fue el motivo para no considerarlo. En las siguientes líneas te contamos los extractos más importantes de este «Libro Prohibido».

«Nuestro sol es una de los cien mil millones de estrellas de nuestra galaxia. Nuestra galaxia es una de los miles de millones de galaxias que pueblan el universo. Sería el colmo de la presunción pensar que somos el único ser vivo en esa enorme inmensidad» – Wernher Von Braun.

El antiguo libro de Enoc sigue siendo uno de los textos religiosos fundamentales de los coptos, es decir, los etíopes, antecesores de los egipcios. Según la Biblia, Enoc es el séptimo de los patriarcas. En muchos aspectos, este libro es único, fascinante y digno de la atención de los mayores expertos. En efecto, describe detalladamente el acontecimiento que la Biblia presenta como la Caída de los Ángeles Rebeldes y evoca la imagen de Enoc como el «hijo amado» de Dios.

Historia controvertida

Estas escrituras, que se remontan a tiempos inmemoriales, cuando aún se desconocía el concepto mismo de alma, también provocan guerras cósmicas. Probablemente por ello, este texto es una de las obras más controvertidas de la Antigüedad. Todo comienza con el rapto de Enoc por los «ángeles» y el «Señor de Señores», como él mismo los llama, que le enseñan los secretos de la creación. Enoch añade a esto un gran número de observaciones personales.

Ni que decir tiene que el Concilio de Trento, celebrado entre 1545 y 1563, calificó el Libro de Enoc de apócrifo. Por eso la Biblia cita a Enoc casi exclusivamente como el patriarca judío, dando testimonio de la Caída de los Ángeles Rebeldes y borrando todo rastro del resto. El objetivo obvio de los teólogos cristianos y judíos es eludir muchas de las cuestiones planteadas en el texto al no plantear, por ejemplo, la existencia de otras formas de vida inteligente.

El increíble viaje del patriarca

El Libro de Enoc está extraído del sexto capítulo del Génesis. Está escrito en este libro que durante la época de Jared, el padre de Enoc, 200 ángeles rebeldes, llamados Observadores o Vigilantes, alcanzan la cima del monte Hermón, a más de 3.000 metros de altitud, y se preparan para mezclarse con la raza humana.

Enseñarán a los hombres el arte de fabricar armas mediante el trabajo de los metales, enseñarán a las mujeres a pintarse y vestirse con coquetería y revelarán a la gente el arte de la brujería y la magia. Se trata, pues, de una antigua civilización tribal, para la que una raza más avanzada estudia la astronomía, la astrología y la meteorología, así como el Sol, la Luna y la Tierra. De la unión de estas dos razas nacen los gigantes, que, sin embargo, revelan rápidamente su incontrolabilidad y comienzan a devorar a la gente.

Los ángeles rebeldes

Dios decide entonces que los ángeles rebeldes deben ser castigados y envía a sus propios Vigilantes -Gabriel, Rafael y Uriel- a la Tierra para imponer su voluntad. Entonces desencadena el Diluvio para limpiar la Tierra, perdonando sólo a Noé.

Algunos estudiosos señalan las similitudes entre los ángeles caídos descritos por Enoc y las figuras de los astronautas. Basan su hipótesis en el hecho de que el pensamiento y las actitudes de estos ángeles rebeldes son típicamente humanos y, por tanto, incompatibles con cualquier naturaleza divina.

Noé y el Arca

Cuando Noé acababa de nacer, su bisabuelo Enoc no sólo predijo el destino personal del constructor del arca salvadora, sino también el futuro catastrófico de toda la humanidad en tiempos remotos al Diluvio. Después de la crucifixión de Cristo, el cuadro del Apocalipsis será «pintado» por Juan el Teólogo, momento en el que terminó la era de los profetas – entonces el Reino de los Cielos debía ser tomado por un esfuerzo de voluntad y fe. Era por la fe en los hechos que una persona debía cambiar el código genético de la muerte.

Antes del Diluvio

El antepasado Enoc de una manera extraña «se salió» del Antiguo Testamento, aunque fue dotado de habilidades únicas desde su nacimiento. Siguiendo a Adán, iba a hacer un viaje al Cielo y ganar poder no sólo sobre las personas, sino también sobre los gigantes que vivían en la Tierra en ese momento. La influencia sobre las personas de criaturas de gran estatura, llamadas en el sexto libro del Génesis «gente gloriosa de tiempos antiguos», se convirtió en clave en el periodo del Antiguo Testamento.

Gigantes – Los Nefilim cometieron un gran pecado cuando «vieron que las hijas de los hombres eran hermosas y comenzaron a penetrarlas». En términos modernos, se produjo una fusión genética de dos razas que, según las leyes de la civilización extraterrestre de los Nefilim (que el propio Enoc llama ángeles, indicando su origen celestial), se consideraba inaceptable. De los matrimonios mixtos empezaron a aparecer personas de estatua anormal.

Los Nefilim enseñaron a los humanos a extraer metales de la tierra, fabricar armas, crear joyas, observar las estrellas y utilizar las plantas para la curación y los hechizos. Pero pronto los gigantes «se comieron todas las ganancias del pueblo», de modo que la gente ya no podía alimentarlos. Los poderes superiores decidieron poner fin a esta situación, y todas las personas tuvieron que morir al mismo tiempo. La misión de detener la anarquía de los «ángeles» recayó en Enoc , ya que tenía poder sobre ellos. Pero los Nefilim ya no podian parar.

En aquella época se estaban produciendo procesos globales en el Universo, en muchos aspectos similares a los que están ocurriendo ahora. Si tenemos en cuenta que existe alguien con una superinteligencia, entonces no le fue difícil calcular el momento más favorable para la destrucción de la humanidad. Este momento quedó grabado en la memoria humana como el Diluvio. Aún así, un pequeño grupo de personas lideradas por Noé logró escapar. Además, ángeles enviados desde el cielo ayudaron a Noé a construir el arca.

Noé es el heredero directo de Adán. Su familia no se vio afectada por la «influencia» de los Nefilim, aunque el padre de Noé, Lamec, quedó sobrecogido cuando nació el futuro salvador de la raza humana. Una luz sobrenatural emanaba del bebé, e inmediatamente «comenzó a hablar con el Señor de la justicia».

Lamec se asustó porque pensó que Noé había nacido de los ángeles. Corrió a ver a su padre Matusalén para comunicarle su sospecha. Matusalén, a su vez, se ofreció a pedir consejo a su padre Enoc. Enoc disipó las dudas de sus descendientes y aconsejó dar al recién nacido el nombre de Noé, que significa pacificador, ya que era él quien iba a salvar a la raza humana durante el cataclismo. Más tarde, Enoc añadirá que, en un futuro lejano, la humanidad experimentará sacudidas mucho más peligrosas que un diluvio. Pero él mismo se ocultó a la gente, y toda su vida posterior transcurrió junto a los santos.

Después del Diluvio

Las profecías de Enoc se reflejaron en los monumentos literarios apócrifos «El Libro de Enoc», «El Libro de los Jubileos» y otros. Estos libros no son reconocidos por los teólogos oficiales, pero esto es comprensible. Incluso si tenemos en cuenta que estos libros fueron escritos sólo 200-300 años antes de la Primera Venida, algunos de los conocimientos contenidos en ellos siguen siendo incomprensibles debido a su profundidad divina.

Enoc describe claramente la estructura del universo y da un calendario exacto. Pero incluso en el pasado reciente, los ortodoxos de las iglesias oficiales quemaban en la hoguera a los científicos que se atrevían a decir que la Tierra es redonda.

Extractos de los libros de Enoc:

Después del Diluvio

«Y después de esto (el diluvio) la falsedad será mucho mayor que la que se cometió antes en la Tierra; porque yo conozco los secretos de los santos, ya que Él -el Señor- me permitió verlos y me los reveló, y los leí en las tablas del cielo. Y vi lo que estaba escrito en ellas: que generación tras generación será inicua hasta que surja una raza de justos, y la iniquidad será condenada a la destrucción, y el pecado desaparecerá de la Tierra, y todo lo bueno aparecerá en ella.»

Sobre la Primera Venida

«La Sabiduría no encontró lugar en la Tierra para vivir, y por eso su morada estaba en el cielo. La Sabiduría vino a vivir entre los hijos de los hombres, y no encontró lugar para sí misma; entonces la Sabiduría volvió a su lugar y ocupó su puesto entre los ángeles. Y la falsedad salió de sus almacenes: no buscándolo (recepción), ella lo encontró y vivió entre ellos (la gente), como la lluvia en el desierto y como el rocío en una tierra sedienta.»

Sobre la Segunda Venida

«En aquel día, el Elegido se sentará en el trono de su gloria y hará una elección entre sus obras (y lugares sin número, y su espíritu se hará fuerte en sus entrañas (de la gente), porque verán a Mi Elegido y a los que han suplicado mi santo y glorioso nombre. Y ese día enviaré a Mi Elegido a vivir entre ellos, y transformaré el cielo, y lo prepararé para la bendición y la luz eternas. Y cambiaré la Tierra, y la prepararé para la bendición, y estableceré a mis elegidos en ella; el pecado y los crímenes desaparecerán en ella – no aparecerán. Porque vi y llené de paz a mis justos y los puse delante de Mí: para los pecadores tengo un juicio para destruirlos de la faz de la Tierra.»

Sobre el Juicio Final

«El Hijo del Hombre expulsará a los reyes de sus tronos y de sus reinos, porque no le exaltan y no reconocen con gratitud de dónde procede el reino… Y éstos son los que condenan a las estrellas del cielo, y levantan sus manos contra el Altísimo, y pisotean la tierra y a los que viven en ella; todas sus obras son falsas, y revelan mentira; su fuerza se basa en sus riquezas, y su fe se refiere a dioses hechos por sus propias manos; y rechazaron el nombre del Señor de los Espíritus.»

Sobre los cataclismos

«Y cuando Él envíe su Palabra sobre vosotros, ¿no os asombraréis entonces y no temeréis? Entonces todas las luminarias se estremecerán con gran temor, y la Tierra será golpeada, y temblará y se espantará.»

Después de los Cataclismos

«Y en esos días los justos deben gritar a los hijos de la Tierra y presentar un testimonio sobre su sabiduría (de los libros); muéstrales -pues vosotros sois sus líderes- y recompensas para toda la Tierra. Porque Yo y Mi Hijo nos uniremos a ellos para siempre jamás en los caminos de la rectitud en sus vidas. Y la paz será con vosotros: alegraos, ¡sois hijos de la justicia, de verdad! «

Explicaciones y fuentes:

1. Apócrifos (del griego «secreto», «oculto»): obras religiosas cuyo contenido no coincide con la doctrina oficial.

2. «Libro de Enoc», «Libro de los Jubileos» se refieren a 323-30. A.C.

3. Citas de la versión etíope del Primer Libro de Enoc. La primera traducción europea al inglés fue realizada por R. Lawrence y publicada en Oxford en 1821. El texto fue traducido al ruso por el sacerdote ortodoxo A.V. Smirnov en 1888.

4. Enoc – el patriarca del Antiguo Testamento de los tiempos antediluvianos, bisabuelo de Noé, el constructor del arca, séptimo en la lista de generaciones de los descendientes de Adán. Un análogo de Enoc en los monumentos literarios sumerio-acadios de Enmenduranna, el séptimo en la lista de reyes. Enoch es venerado como el fundador de la escritura. Fue la primera persona a la que Dios llevó al Cielo. Además de él, el profeta Elías, Melquisedec, el apóstol Juan también fueron honrados con tal destino (en la tradición mesopotámica, también existe Adapa – el Adán bíblico).

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