Muchos crecimos viendo en la TV los viajes de Jacques Cousteau, un gran explorador y sus incursiones en el océano y lugares tan remotos que solo podíamos imaginar antes de que nos lo mostraran en la pantalla. En una de sus expediciones, Cousteau llegó a la Antártida, y allí encontró algo bastante sorprendente.

Hay muchos rumores y anécdotas sobre la Antártida, nacidos del hecho de que este continente aún no ha sido suficientemente explorado. Jacques – Yves Cousteau también visitó esta parte «fuera de pantalla» de nuestro planeta con una expedición nada sencilla y habitual. Lo que les ocurrió allí, aún no lo sabemos completamente, la información es clasificada. Pero aun así, algo se filtró y dio lugar a muchos más rumores.

¿Qué encontró Jacques Cousteau en la Antártida?

Alguien piensa que Cousteau encontró evidencias de antiguos extraterrestres en el continente helado, alguien afirma que encontró la ciudad secreta de los nazis. Otros piensan que la expedición acabó en alguna estructura antigua, en la que se activó una trampa, a causa de la cual hubieron víctimas y la expedición tuvo que regresar. Pero hay otra, una cuarta versión plausible.

Embarcación Calypso. Imagen: Wikimedia Commons

Jacques-Yves nació en una familia de abogados que trabajaban para multimillonarios estadounidenses que patrocinaban proyectos en universidades y en el mundo científico. En relación con el trabajo, su familia se trasladó a Estados Unidos y Jacques aprendió inglés muy rápidamente.

Desde niño sintió fascinación por el mar y a los 20 años ingresó en la Academia Naval. Pronto dio la vuelta al mundo. También visitó Shanghai, viajó a la ex URSS y trabajó como instructor en el crucero Suffren.

Luego vino la Segunda Guerra Mundial. Jacques – Yves sirvió en la marina en el sur de Francia. Su primera película, «18 Meters Deep«, se estrenó en 1942, en plena guerra.

Le siguieron las películas «Wreckage» (1943) y «Quiet Landscapes» (1944).

Tras empezar a hacer películas sobre el mar, Cousteau se hizo famoso en todo el mundo. Se le permitió rodar sin problemas en casi cualquier parte del mundo. Su embarcación «Calypso» recorrió mares y océanos, y su capitán se convirtió en un hombre famoso y rico. En 1956 abandona la Marina y se dedica únicamente a actividades científicas.

Se rumorea que, además de su actividad científica principal, Cousteau a veces realizaba encargos, hasta la búsqueda de petróleo árabe.

La expedición tuvo lugar en 1972

La expedición a la Antártida se ha convertido en la más misteriosa de todas las que ha habido.

Jacques – Yves Cousteau. Imagen: Dominio Público

Comenzó en otoño de 1972. Su objetivo era estudiar la vida del mundo animal de la Antártida. Pero mientras la tripulación cruzaba el Atlántico hacia su objetivo, Cousteau, por alguna razón, voló a Nueva York y trabajó con los archivos durante mucho tiempo.

También se reunió con políticos de Estados Unidos y firmó un acuerdo de cooperación con la NASA. La agencia norteamericana regaló a Jacques un helicóptero y prometió escanear desde satélites las partes de la Antártida y del fondo marino que él señalara. Esta parte es muy misteriosa.

La extrañeza residía también en el hecho de que el mundo animal de la Antártida se estudiaba mejor desde el lado este: hay colonias de pingüinos y rutas migratorias de ballenas. Pero el investigador elige la parte occidental del continente.

Antes de llegar a su destino, el buque fondeó durante un mes en el golfo de San Matías, en Argentina. Un dato interesante: ¡es en esta bahía donde se encuentran los submarinos nazis hundidos!

En diciembre de 1972, la expedición prosiguió su viaje a la Antártida, a Ellsworth Land, que prácticamente no tiene fauna. Allí se encuentra la Fosa Bentley, considerada una de las más profundas del mundo, oculta por una gruesa capa de hielo.

Jacques Cousteau buscaba «algo» en la Antártida

Uno de los submarinistas del Calypso, Jean Andre, contó a su amigo Hans von Krantz que la tripulación tenía la impresión de que Jacques-Yves buscaba algo allí.

Jacques – Yves Cousteau. Imagen: Dominio Público

Al quinto día de presencia del Calypso frente a la costa de Ellsworth Land, los radares del barco detectaron un gran objeto a poca profundidad. Fue necesario examinarlo, y entonces se tomó la decisión: bajar bajo el agua. El propio Cousteau no bajó, su salud ya no era muy buena.

En el fondo del mar había un barco absolutamente intacto, pero por alguna razón sumergido, con una cubierta plana y cuadrangular. Se trataba sin duda de un portaaviones, pintado de blanco para que nadie pudiera verlo. Tampoco tenía marcas.

En cuanto Cousteau tuvo noticia del hallazgo, lo comunicó inmediatamente a alguien.

Al día siguiente, el equipo intentó entrar en el barco, pero nada funcionó. El caso es que uno de los buceadores se enganchó en la parte metálica del barco, dañando su traje de neopreno y cortándose gravemente la mano. Tuvieron que abandonar la expedición y emerger. Cousteau consideró esto una mala señal y decidió no arriesgar la salud de su gente.

Lo más probable es que su tarea no consistiera en examinar el interior del barco. Simplemente lo encontró e indicó las coordenadas a las autoridades estadounidenses.

Jean Andre también afirmó que la tripulación informó a las autoridades francesas sobre el portaaviones encontrado, pero no había información sobre barcos hundidos en la zona. Cuando terminó la expedición, todo lo filmado en ese lugar por Cousteau en relación con el portaaviones, fue incautado por los servicios especiales.

Una expedición misteriosa

Unos años más tarde, se envió otra expedición al mismo lugar, pero no encontraron nada. El barco, como si tal cosa, no estaba allí.

El Calypso en la Antártida. Imagen: palmerstation.com

Pero no toda la información estaba oculta. Así, muchos se enteraron de la misión secreta de la expedición de Cousteau.

No está claro a dónde fue este barco. Pero se puede adivinar de quién es. En 1938-1939, los nazis se acercaron a las costas de la Antártida. Era el buque alemán «Swabia» con dos aviones a bordo.

Este es un hecho bien conocido, pero dicen que hubo un segundo grupo de barcos, cuyo crucero fue clasificado. Este grupo incluía el rompehielos Quebec, comprado a Canadá en 1937 y rebautizado como Fafnir. Y también – la barca de vela «Albert Leo Schlageter» y el enorme portaaviones «Manfred von Richthofen» que salió secretamente de Alemania, que antes se llamaba «Graf Zeppelin». Podía transportar hasta 50 aviones.

Un hecho interesante es que los pilotos del «Swabia» se dedicaban a la fotografía aérea de Ellsworth Land, que por alguna razón interesó primero a los nazis y luego a Cousteau. El «Swabia» no regresó después de la expedición hasta 1944 y este plazo es de unos 6 años. Durante este periodo, nadie supo nada del capitán de este barco: Alfred Richar.

¿Recuperaron tecnología alienígena?

En 1944, se informó de que el «Swabia» había sido hundido por los británicos, pero ¿dónde fue llevado el barco antes de ese momento, tal vez en la Antártida? ¿Y qué buscaban allí los nazis? Hay dos versiones, construyeron su base o buscaban algo muy valioso, en lo que Alemania podría invertir mucho dinero e incluso vidas. ¿Qué podría ser? ¿Quizás las tecnologías de civilizaciones antiguas, después de todo, no fue por nada que llegaron al Tibet?

Es posible que fueran algunas tecnologías las que ayudaron a los alemanes a saltar de los años 40 a los 60. La construcción de cohetes comenzó con ellos, pero Estados Unidos recogió todo lo que Alemania tenía tras la derrota, lo empaquetó y se lo llevó a América.

Sin duda, los oficiales saben de dónde procedía la tecnología alemana y quién fue su autor. También es posible que sepan lo que había a bordo del portaaviones Von Richthofen.

Parece que Cousteau se limitó a realizar la parte de reconocimiento de la operación, de la que luego se encargaron otros servicios. Naturalmente, el barco fue sacado del mar, ya que nadie más lo vio. Después, el célebre explorador del Calypso siguió rodando muchas nuevas películas para nosotros, incluidas las relativas a la Antártida.

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