Alrededor del mundo se han hallado diversos cráneos extraños, que fueron catalogados como anomalías. En este artículo relatamos uno de sos casos, nada más y nada menos que un cráneo con cuernos. ¿Real o simples leyendas creadas a partir del imaginario popular?

Durante una excavación arqueológica en Sayre, condado de Bradford, Pensilvania, en la década de 1880, se desenterraron varios cráneos humanos. Estos esqueletos eran anatómicamente correctos, excepto por la anomalía de sus proyecciones: dos «cuernos» distintos a dos pulgadas por encima de la ceja, y el hecho de que su altura promedio en vida habría sido de alrededor de dos metros.

Fue a finales de la década de 1880. Un grupo de científicos estaba realizando una expedición a través del área del condado de Bradford en Pensilvania, en la parte noreste del estado, cerca de la frontera con el estado de Nueva York.

El grupo, que incluía a un historiador del estado de Pensilvania y dos profesores, así como a un miembro de la jerarquía de la iglesia presbiteriana, se había abierto camino hasta un pueblo llamado Sayre, donde se interesaron en una serie de lo que parecían ser túmulos funerarios.

El Dr. PG Donehoo de la iglesia y los profesores AB Skinner y WK Moorehead del Museo de Investigación Estadounidense y la Academia Phillips en Andover, respectivamente, llevaron a su grupo al sitio para comenzar una cuidadosa excavación. Lo que descubrieron ha desconcertado a la ciencia durante casi cien años.

Representación artística de 1881 de la ciudad de Sayre en Pensilvania por John Moray. Imagen de dominio público

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Hallazgo de cráneo con cuernos

Raspando minuciosamente la tierra y las rocas, la expedición reveló varios esqueletos de machos. La fecha del entierro de los esqueletos se estimó alrededor del año 1200 d. C. Hasta ahora, no es inusual. Pero luego midieron los restos y observaron más de cerca la estructura. Luego se descubrió que los machos habían medido más de dos metros de altura, todos ellos, una altura (en grupo) inaudita en la antigüedad.

Pero lo más extraño de todo es que los exámenes minuciosos de los cráneos de los hombres misteriosos mostraron que tenían cuernos, dos cuernos reales cada uno, que eran una parte integral de cada cráneo. Imposible, pero estaban ahí. Gigantes de 2.13 metros con cráneos con cuernos que murieron hace casi 800 años.

Según los registros, los esqueletos poseían 2.13 metros y el cráneo tenía cuernos sobre las cejas. Imagen de dominio público

Los científicos emocionados envolvieron cuidadosamente los restos para su envío y los enviaron al Museo de Investigación Estadounidense en Filadelfia para un examen más detenido. En la instalación, los científicos estuvieron desconcertados por los misteriosos esqueletos durante meses.

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Más tarde se afirmó que los cráneos se habían perdido, extraviado o robado del museo. Ni Donehoo, Skinner ni Moorehead describieron el descubrimiento de esqueletos humanos en Sayre que exhibieran gigantismo o protuberancias con cuernos en sus informes oficiales de excavación. Y aparecieron artículos sobre este extraño descubrimiento en diarios y revistas y luego de alguna manera desaparecieron y nunca más se volvieron a ver, llevándose consigo el enigma que siempre pertenece a los sin resolver.

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