Los cráneos alargados son un fenómeno mundial muy interesante. En todo el planeta, los investigadores descubren constantemente rastros de estos misteriosos artefactos, cuya naturaleza supuestamente desafía cualquier explicación.

Muchos investigadores citan con entusiasmo los cráneos alargados como prueba de la existencia de una arqueología prohibida. Y algunos de ellos incluso creen que son la prueba de que la verdadera historia de la humanidad está oculta para la mayoría de la gente.

Entre los ejemplos más interesantes de cráneos alargados están los llamados cráneos de Paracas. Fueron descubiertos en la provincia de Pisco, Perú, hace casi cien años.

Se cree que los cráneos tienen unos 3.000 años de antigüedad. Y las pruebas de ADN supuestamente demostraron que los cráneos alargados de la cultura Paracas pertenecen a una especie humana completamente desconocida.

El descubrimiento de los cráneos alargados de Paracas

En 1928, un arqueólogo peruano llamado Julio Tello descubrió un cementerio con una serie de tumbas. Las excavaciones realizadas en la región han desenterrado numerosos cráneos con forma de cono que han suscitado preguntas sobre este enigmático grupo de personas.

Inicialmente, Brien Foerster, que realizó el estudio de ADN, creía que estos cráneos no encajaban en el «árbol evolutivo conocido».

Según algunas pruebas de ADN, la deformidad del cráneo no se creó artificialmente, sino que se debió a la genética. Los cráneos alargados de la cultura Paracas tienen otras características extrañas.

Cráneos alargados de Paracas y una representación artística de cómo se habría visto el humanoide de este tipo.

Los investigadores concluyeron que el volumen medio de estos cráneos es un 25% mayor que el de un humano moderno medio. Además, son un 60% más pesados que los cráneos humanos ordinarios. Pero eso no es todo.

En 2018, un equipo de investigadores dirigido por Brian Foerster y L.A. Marzulli presentó sus hallazgos de DNS en el Simposio de Cráneos Alargados en Los Ángeles.

Foerster explicó:

«Los resultados del ADN en realidad resultaron ser increíblemente complejos… Me llevará un tiempo averiguar qué significan estos resultados. Pero lo que muestran con seguridad es que los paracas no eran 100% nativos americanos. Eran una mezcla o incluso un híbrido de diferentes pueblos.

Sus tipos de sangre también son muy complejos, deberían tener un tipo de sangre «O» si son 100% nativos americanos, pero no lo son. Lo más probable es que estemos ante una subespecie de la humanidad en lo que respecta a los paracas… Parece que hay muchas pruebas de ADN del extremo oriental de Europa y del extremo occidental de Asia.

Más concretamente, me refiero a la zona entre los mares Negro y Caspio, donde vivieron antiguos pueblos con un cráneo alargado, creo que hace unos 3.000 años. Así que creo que estamos viendo un patrón de migración que comienza en la zona del Mar Negro del Caspio, luego se mueve a través del Golfo Pérsico y luego se mueve hacia el este, finalmente terminando en la costa de Perú.»

Un cráneo alargado de Paracas. Imagen de Wikimedia Commons

Deformación craneal, ¿una explicación?

Las primeras referencias escritas a la deformación artificial del cráneo se remontan a los años 750-650 a. C. En su libro Catálogo de mujeres, el poeta griego Hesíodo menciona una tribu de África o la India llamada «Macrocephaloi» (o «Macrocephali»), que se traduce aproximadamente como «cabezas grandes». La deformación de los cráneos de los niños fue practicada por los hunos, godos y alanos ya en los siglos IV y V.

En abril de 2021, se publicó un vídeo en YouTube en el que el presentador mostraba los cráneos alargados que había encontrado en Huancavelica, una ciudad de Perú. El presentador aparece en un vídeo titulado «Encontré CRÁNEOS EXTRAÑOS Y DEFORMADOS en las montañas de Huancavelica».

El vídeo se hizo viral después de que un usuario de Facebook lo publicara y señalara la forma del cráneo y las cuencas oculares como prueba de su origen alienígena.

Algunos expertos han afirmado que el cráneo y las cuencas oculares son perfectamente normales.

Melissa S. Murphy, profesora de antropología de la Universidad de Wyoming, especializada en el análisis de restos humanos de Perú, dijo en una declaración:

«Las cuencas oculares son normales y están dentro de los límites humanos y se parecen a las de otros cráneos humanos de Perú».

Las muestras se enviaron a un laboratorio de genética, pero para no afectar al resultado, no se informó del origen de los cráneos.

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Curiosamente, en el ADN mitocondrial heredado de la madre se encontraron mutaciones desconocidas para cualquier persona, primate o cualquier otro animal, y estas mutaciones indicaban un tipo de persona diferente, distinta de los Homo Sapiens, Neandertales o Denisovanos.

Se informó de que las personas con cráneos de Paracas eran biológicamente diferentes y que el mestizaje con ellos habría sido imposible.

Entonces, ¿quiénes eran estas personas? ¿Evolucionaron aquí en la Tierra por un camino tan distinto al nuestro que acabaron teniendo un aspecto completamente diferente? Pero, ¿y si los cráneos de la cultura de Paracas no son más que restos de extraterrestres?

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