DECODIFICADO
La cabeza de piedra de Guatemala que la historia quiere olvidar
Una misteriosa y gigantesca cabeza de piedra descubierta hace medio siglo podría ser la prueba de que los extraterrestres visitaron la Tierra en el pasado…
¿Cómo es posible que una escultura que claramente representa a otra raza haya alcanzado la América precolombina? ¿Cómo se construyó en Guatemala cuando las civilizaciones de la zona nunca tuvieron contacto con otras?
Esas son las preguntas que los investigadores se hacen, y no obtienen respuesta de manera «tradicional» ¿Es posible que esta estatua haya llegado de una manera menos «común»? ¿Es posible que se relacione con los extraterrestres que visitaron la Tierra en la antigüedad?
La Gigantesca cabeza de Guatemala
Ubicada en lo profundo de las selvas guatemaltecas, la gigantesca «stone head» sorprendió a propios y extraños.
Sus rasgos faciales eran insólitos para la zona; sus labios eran finos, su nariz era grande y perfilada, su quijada era fina y sus ojos miraban al cielo.
Rápidamente se dieron cuenta que el rostro poseía rasgos caucásicos que no coincidían con ninguna de las razas prehispánicas que habitan la zona.
Obviamente el hallazgo atrajo la atención de los investigadores. Sin embargo, con el pasar de los años, la escultura quedaría en el olvido hasta 1987, cuando el doctor en filosofía, abogado y notario, Oscar Rafael Padilla Lara, recibió una fotografía con la inmensa cabeza.
Según la descripción, la fotografía fue tomada en 1950 por el dueño del terreno donde se ubicaba. Rápidamente la imagen se imprimió en un pequeño artículo de la revista «Cielos Antiguos», donde fue leído por David Hatcher Childress, uno de los más grandes investigadores de la historia antigua.
Junto a Padilla, fueron a la zona exacta donde se encontraba la escultura; a 10 kilómetros de una pequeña aldea en La Democracia, al sur del país.
Pero al llegar, el monumento había sido totalmente destruido; había sido usado como diana de tiro por los revolucionarios. Los ojos, la nariz y la boca habían sido totalmente devastados.
Padilla, al menos, logró medir el monumento: 4 y 6 metros, con la cabeza apoyada sobre su cuello. Por desgracia, el filósofo no pudo volver al lugar debido a los ataque de los rebeldes.
Relación con los extraterrestres

Muchos investigadores creen que la cabeza gigante de Padilla es una prueba de que los extraterrestres visitaron la Tierra en la antigüedad. Crédito: Madman2001/Wikimedia Commons
La destrucción de la escultura pudo haber significado que su historia había muerto. Sin embargo, para el año 2012, los encargados de realizar el documental «Revelaciones de los Mayas 2012 y Más Allá» usaron la fotografía para asegurar que los extraterrestres habían contactado con civilizaciones pasadas.
El productor publicó un documento redactado por Héctor E. Mejía, un arqueólogo guatemalteco que también había estudiado la misteriosa cabeza.
Mejía escribió lo siguiente:
«Certifico que este monumento no presenta características de la civilización Maya, Náhuatl, Olmeca o cualquier otra civilización prehispánica. Fue creado por una civilización extraordinaria y superior con un conocimiento impresionante de la cual no hay registro de su existencia en este planeta».
Se pensó que el documental ayudaría a incrementar el interés de los investigadores para conocer su origen, pero nada más alejado de la realidad; la historia del monolito cayó en manos de la audiencia más escéptica, que pensó que todo no era más que un truco para darle publicidad al documental.
Inclusive, la carta que del arqueólogo fue cuestionada y tildada de falsa.
Aun así, existe evidencia fotográfica de que la cabeza gigante de Guatemala existió, también está el testimonio del doctor Padilla. Sin embargo, aún en la actualidad, hay preguntas sin resolver ¿De dónde vino? ¿Quién la trajo o quién la hizo? Y la más importante ¿Por qué?
La misteriosa ubicación de su hallazgo

La cabeza de gigante de Padilla no guarda ninguna semejanzas con las otras esculturas de la cultura olmeca. Crédito: pxhere.com, Mag2017/Wikimedia Commons
El lugar donde se encontró la escultura, La Democracia, ya era famoso en el pasado por extrañas cabezas de piedras que también miraban al cielo.
Se sabe que muchas de estas se construyeron por la civilización olmeca, la cual habitó la zona entre 1400 y el 400 a. C.
El núcleo más importante de la civilización estaba en las zonas bajas del Golfo de México, pero se han encontrado artefactos, petroglifos, monumentos e iconografía en lugares de hasta cientos de kilómetros de distancia. Incluyendo La Democracia.
Sin embargo, la cabeza de piedra de la fotografía no posee ningún tipo de característica similar a las hechas por los olmecas.
Philip Coppens, el fallecido autor, locutor de radio y comentarista de televisión belga, famoso por dar teorías alternativas a la historia humana, comentó lo siguiente:
«Es una anomalía del período olmeca, o si forma parte de otra cultura desconocida y anterior o posterior a los olmecas, y cuyo único artefacto identificado hasta ahora es la cabeza de Padilla».
Aún quedan muchas preguntas sin responder ¿Era solo una cabeza o aún falta por encontrar un cuerpo? ¿Tendrá relación con otros monumentos? No lo sabemos y parece que nunca se sabrá, debido a que la arqueología e historia tradicional parece no querer saber nada de este documento por alguna razón desconocida.
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