HAARP ha estado presente en los temas de conspiraciones desde hace varios años, y se plantea como un «arma» para controlar el clima y volverlo inestable en contra de ciertos países e incluso en cualquier ubicación del mundo. Pero claro, todo esto es especulativo. Sin embargo, existen muchos investigadores que aseguran que esto existe y que sigue usándose en la actualidad. Veamos un poco de su historia.

En un complejo ártico a 450 kilómetros al este de Anchorage, Alaska, el Pentágono ha erigido un poderoso transmisor diseñado para transmitir más de un gigavatio de energía a los tramos superiores de la atmósfera.

Conocido como Proyecto HAARP (Programa de Investigación de Auroras Activas de Alta Frecuencia), el experimento involucra el «calentador ionosférico» más grande del mundo, un dispositivo diseñado para golpear los cielos a cientos de kilómetros sobre la Tierra con ondas de radio de alta frecuencia.

¿Por qué irradiar las partículas cargadas de la ionósfera (que cuando se energizan mediante procesos naturales forman el hermoso y famoso fenómeno conocido como la aurora boreal)?

Según la Marina y la Fuerza Aérea de EE. UU., copatrocinadores del proyecto, «para observar las complejas variaciones naturales de la ionosfera de Alaska».

Además, admite el Pentágono, para desarrollar nuevas formas de comunicaciones y tecnologías de vigilancia para permitir a los militares enviar señales a submarinos nucleares y mirar a gran profundidad.

Agenda de HAARP

Desde que se hizo pública la existencia de HAARP, varios investigadores independientes han advertido que la operación tiene una agenda secreta que incluye:

• modificación del clima
• control mental
• experimentos militares de alta tecnología
• activación de terremotos

Las transmisiones HAARP también pueden usarse para la detección y monitoreo de fenómenos electromagnéticos o de «plasma», precursores de la actividad sísmica y el movimiento tectónico.

Los investigadores creen que las transmisiones HAARP en realidad se están utilizando para activar o desencadenar exactamente las mismas condiciones electromagnéticas que pueden causar movimiento tectónico.

Como afirman los activistas anti-HAARP, HAARP es el proyecto más peligroso que el gobierno de Estados Unidos ha emprendido hasta ahora. Oculto por el inocente nombre de HAARP está el rayo de la muerte definitivo.

Cuando HAARP se dispara, puede mover nubes. Cuando se apunta al suelo, puede provocar terremotos y tsunamis. Según Jerry Smith, un activista anti-HAARP dice que el deseo del ejército estadounidense es aprovechar el clima y usarlo como arma.

HAARP como arma

Smith, en su libro HAARP – The Ultimate Weapon of the Conspiracy, advierte que muchos científicos atmosféricos que trabajan en el secreto proyecto militar podrían desconocer el grave potencial de HAARP para causar estragos en la Tierra.

El escribe:

«Si HAARP es un TMT [Transmisor de aumento de Tesla], y estos investigadores comprenden correctamente el trabajo de Tesla, podríamos tener muchos problemas. Es muy posible que los científicos que trabajan en HAARP no sepan con qué están jugando. Más allá de eso, su ignorancia podría verse agravada si HAARP es de hecho un proyecto militar secreto de operaciones encubiertas. El ejército ha ideado una forma de guardar secretos llamada ‘compartimentación’ donde cada unidad sabe solo lo que necesita saber … Solo el grupo de control sabe lo que está sucediendo … Si hay un grupo de control familiarizado con los TMT que dirigen las acciones de científicos no educados en la tecnología Tesla, esos operativos de nivel inferior podrían ser dirigidos a causar estragos con el clima creado o los terremotos fabricados …».

La tecnología clave detrás de HAARP es una creación del científico Bernard Eastlund.

A juzgar por su patente APTI, Tesla fue una gran inspiración para el calentador ionosférico de Eastlund. Una historia del New York Times, fechada el 8 de diciembre de 1915, describe una de las ideas de Tesla que son notablemente similares a las de Eastlund.

En 1966, el profesor Gordon JF MacDonald fue director asociado del Instituto de Geofísica y Física Planetaria de la Universidad de California en Los Ángeles, miembro del Comité Asesor Científico del Presidente de EE. UU. y más tarde miembro del Consejo de Calidad Ambiental del Presidente de EE. UU.

Publicó artículos sobre el uso de tecnologías de control ambiental con fines militares. MacDonald hizo un comentario revelador:

«La clave para la guerra geofísica es la identificación de inestabilidades ambientales a las que la adición de una pequeña cantidad de energía liberaría cantidades mucho mayores de energía».

El científico de renombre mundial MacDonald desarrolló ideas para usar el medio ambiente como un sistema de armas y contribuyó a lo que, en ese momento, era solo el sueño más salvaje de un futurista.

Cuando escribió su capítulo, «Cómo arruinar el medio ambiente«, para el libro Unless Peace Comes, no estaba bromeando. En él describe el uso de:

• manipulación del clima – modificación del clima
• fusión o desestabilización de la capa de hielo polar – técnicas de agotamiento del ozono
• ingeniería de terremotos
• control de las olas del océano
• manipulación de las ondas cerebrales utilizando los campos de energía del planeta

Especuló que este tipo de armas se desarrollarían y, cuando se usaran, serían virtualmente indetectables para sus víctimas.

¿Es HAARP una de esas armas?

En su libro Planet Earth: The Latest Weapon of War, la reconocida científica y activista nuclear, la Dra. Rosalie Bertell, dice tales armas electromagnéticas:

«Tienen la capacidad de transmitir efectos explosivos y de otro tipo, como la inducción de terremotos, a través de distancias intercontinentales a cualquier sitio objetivo seleccionado en el mundo con niveles de fuerza equivalentes a grandes explosiones nucleares».

Su libro explica que las ondas pulsadas de frecuencia extremadamente baja (ELF) se pueden utilizar para transmitir efectos mecánicos y vibraciones a grandes distancias a través de la Tierra.

Tal manipulación de la Tierra, afirma, «tiene la capacidad de causar perturbaciones de volcanes y placas tectónicas, que a su vez, tienen un efecto sobre el clima», creando tormentas y lluvias torrenciales en un área.

¿Alguien nota que el clima del mundo ha sido muy extraño en los últimos años? ¿Podemos estar seguros de que el clima está cambiando debido a las actividades de las personas y no debido a dispositivos como HAARP?

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